martes, 23 de abril de 2024

Políticos, familiares y vecinos dan el último adiós a Fraga en Perbes

Familiares de Manuel Fraga portan el féretro durante el sepelio del político vilalbés que tuvo lugar en la localidad coruñesa de Perbes.
Las gaitas que lo acompañaron en sus cuatro tomas de posesión como presidente de la Xunta también fueron las encargadas de poner los compases en el funeral de Manuel Fraga, una ceremonia en la que familiares y políticos pudieron despedirse de la persona que dedicó 60 de sus 89 años a la vida pública, aunque decenas de vecinos y conocidos también quisieron darle su último adiós. La pequeña iglesia de San Pedro de Perbes, con capacidad para medio centenar de personas, sólo pudo dar cabida a los más allegados, entre familiares, políticos en activo y otrora colaboradores, mientras que en el exterior del recinto se confundían decenas de vecinos y curiosos mezclados con un amplio dispositivo de seguridad.

Una quincena de sacerdotes, entre los cuales se encontraba un sobrino carnal de Fraga; el Padre Ángel (fundador de Mensajeros de la Paz); y el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, concelebraron la ceremonia religiosa presidida por monseñor Antonio María Rouco Varela, originario también de Vilalba (Lugo), como Manuel Fraga.

Banda de gaitas
En el cementerio del refugio veraniego de la familia recibieron sepultura los restos mortales de Fraga, junto a los de su esposa, Carmen Estévez, enterrada allí en 1996. Sólo los compases del Himno del Antiguo Reino de Galicia, interpretados por la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense, rompieron el silencio en el momento del entierrol.

Conforme a la costumbre que tuvo en vida de ser puntual hasta el extremo, el cortejo fúnebre del expresidente llegó a la iglesia parroquial de San Pedro sobre las 16.45 horas, y fue recibido entre aplausos, pero también con los acordes del Himno del Antigo Reino de Galicia. Le esperaban ya las numerosas autoridades, así como muchos vecinos de la zona que se agolparon en la entrada del templo para despedir al Fraga de los baños matutinos en la playa y del dominó por las tardes, más que al político que, cada verano, elegía Perbes para su descanso estival.

Al entierro del expresidente gallego acudió el Ejecutivo autonómico en pleno, con su titular, Alberto Núñez Feijóo al frente, pero también destacados miembros del Gobierno central como la vicepresidenta y portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría; la ministra de Sanidad, Ana Mato; y la titular de Fomento, Ana Pastor.
Tampoco faltó a la cita el ministro de Defensa, Alberto Ruiz Gallardón, amigo personal de la familia; y se sumaron a la plana de autoridades presentes la jefa del Legislativo gallego, Pilar Rojo; el presidente de Asturias, Francisco Álvarez-Cascos; y el expresidente gallego Gerardo Fernández Albor.

El presidente y líder del PP, Mariano Rajoy no pudo acudir a Perbes, pero sí lo hizo la secretaria general del PP y presidenta de Castilla La Mancha, María Dolores de Cospedal. A despedir a Fraga acudieron también el expresidente del Gobierno José María Aznar y la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Hasta Perbes se desplazaron, asimismo, dirigentes provinciales del PP, varios diputados y senadores, así como muchos de los excolaboradores y exconselleiros que trabajaron con el vilalbés en algún momento de sus 16 años en la Xunta.

Homenaje a la faceta más personal
Era el día para rendir homenaje a la faceta más personal de quien presidió durante casi 16 años la Xunta de Galicia y quien fundó el Partido Popular y quien dedicó prácticamente sesenta años de su vida a la actividad pública.
Por ello, fue una de sus nietas a la que se sentía más próximo, Adriana, fue la encargada de leer en el trasncurso de la ceremonia religiosa unas palabras 'de recuerdo y cariño' hacia el 'don Manuel abuelo', según comentaron a los medios de comunicación algunos de los asistentes a la eucaristía.

Adriana, conocida en su familia como 'Kikola', fue la que definió como 'el mejor abuelo del mundo' a quien para sus defensores y adversarios políticos fue el 'león de Vilalba'. La faceta más familiar del político quedó de esta forma al descubierto, en medio de unos momentos de profundo dolor y emoción.
Por su parte, Andrés, uno de los nietos del fundador del Partido Popular confesaba a los medios de comunicación que lo recordarán como 'una persona familiar y cariñosa, más allá del personaje público' que constituía Manuel Fraga.

Hoy podría decir, Don Manuel, misión cumplida
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, destacó la 'ingente obra' que deja el expresidente y fundador del PP Manuel Fraga Iribarne, cuyos restos mortales fueron enterrados ayer en el cementerio de Perbes (A Coruña), donde descansa junto a su mujer Carmen Estévez. 'Estoy convencido de que hoy podría decir: Don Manuel, misión cumplida', ha aseverado, en declaraciones a los medios, antes de subrayar que el político vilalbés supo 'invertir el tiempo hasta el último instante'. Ahora, ha añadido, 'mucha gente seguirá su tarea de intentar ser honesto en la política, coherente en los principios y tratar, no de imponer las ideas, sino de ponerlas a disposición de los demás'.

Quien le sucedió al frente del Partido Popular de Galicia y recuperó la Xunta para la formación conservadora ha enfatizado que Fraga 'se quiso despedir como un gallego más' en la iglesia ubicada 'al lado de su casa'. 'Eligió una forma de irse muy coherente con lo que él ha sido. Ha hecho una gran obra y se ha ido en un lugar muy pequeño', ha esgrimido el presidente gallego.
A su entender, esta forma de actuar constituye 'la explicitación de un personaje histórico' que, añadió, 'ha marcado un antes y un después para Galicia y para España'.

Mi padre, descansa donde él quería estar
n n n La única hija de Manuel Fraga que siguió sus pasos en política, la eurodiputada Carmen Fraga, agradeció las muestras de cariño recibidas por la familia del expresidente de la Xunta y del fundador del PP desde que se conoció su muerte el domingo y destacó que sus restos mortales descansan 'donde él quería estar', en el cementerio de Perbes, al lado de los de su esposa, Carmen Estévez.

'Mi padre vino adonde él quería', proclamó ante los numerosos periodistas congregados en el exterior de la iglesia de San Pedro de Perbes, donde se celebró el funeral.

Con los ojos enrojecidos y en sus manos una bandera española y otra gallega que cubrieron el ataúd de su padre antes de recibir sepultura, Carmen Fraga comentó que su padre 'se tuvo que ir de aquí' para recibir atención de sus familiares por su delicado estado de salud, pero 'siempre quiso volver'. 'Desde aquí cuidará de todos los gallegos', ha proclamado.

La eurodiputada del PP recordó que en Perbes la familia pasó 'muchos años' y se sienten queridos por 'toda la gente', por lo que agradeció a los que ayer se congregaron ante la pequeña iglesia de San Pedro, con capacidad para poco más de medio centenar de personas, pese a que la familia había querido hacer una ceremonia 'privada'.

'Hablo desde la paz y un profundo dolor. Gracias a todos, su cariño y apoyo es una gran paz que tenemos. La tristeza no nos la puede quitar nadie', exclamó al calificar como 'un gran honor el reconocimiento de todos los políticos y los vecinos'.

Tras dirigirse a los numerosos medios de comunicación, Carmen Fraga se fundió en un abrazo con la presidenta del Consello Económico e Social, Corina Porro, quien fue conselleira con Fraga, así como Esther Regueiro, estrecha colaboradora del expresidente de la Xunta.

Posteriormente, Carmen Fraga dirigió unas palabras en alto a los vecinos de Perbes que se encontraban en el exterior de la iglesia para darles las 'gracias por el cariño y apoyo que siempre le han dado' a quien conocían como don Manuel. 'Está aquí, donde él quería estar. Hemos sido felices aquí', les confesó a los presentes mientras recibía besos y abrazos de varias personas que se le acercaron.n