jueves, 25 de abril de 2024

PROBLEMA VIAL IN CRESCENDO

VEHÍCULOS, CICLISTAS Y MOTORIZADOS, PELIGRO PARA TODOS

Comoquiera que es noticia, lamentable, los continuados accidentes en que intervienen bicicletas y motos, con graves resultados traumáticos para sus conductores (todos recordamos recientes accidentes en Gran Canaria), o en cualquier punto del territorio nacional, nos da pábulo y argumentación para retomar esta temática convertida en artículos que publicó algún medio regional, no ha mucho.
Artículos estos que fueron objeto de graves discrepancias, cercanas al insulto personal, en las Webs En Bici por Madrid, y Ciclistas en Santander, entre otros, que aún aparecen en la red.
Por tanto retomamos otra colaboración para este medio (que da nombre vulgar a la capital palmera en su origen, como es sabido), tras breve interregno causado por motivos coyunturales (por esta parte) que siempre obligan a olvidar esta actividad tan necesaria para informar opinar: el periodismo�?� Sin embargo, ha de quedar claro que existe desconsideración patente hacia determinadas personas que se hallan imbuidas en el más estricto comportamiento ético, social, académico, periodístico u otros; aspectos estos que tienen lugar incluso con vulneración de normativa jurídica vigente. Ocurre con demasiada frecuencia, ahora más que nunca con abuso sistemático, según constata cualquiera, aquí, en La Laguna, y de seguro en Pernambuco�?� No es el caso; si bien, el pasado 8 de abril durante la presentación de la revista Naturaleza y Sociedad, número 15, Bioesfera, (muy leída por senderistas benahoritas) en la sala de actos del Museo Arqueológico del Cabildo de la Palma (Los Llanos de Aridane) su director, Jorg Pais y País, en el debate con disertación (en animada polémica) sobre la protección de los asentamientos aborígenes (autóctonos, se dice ahora) en cuevas sitas, barranco de Izcagua, en el paraje de Buracas en Garafía, creadas por nuestros antepasados, nos guste o no, sorprendió a todos cuando denunció un sendero para bicicletas que atravesaba la zona de protección arqueológica en la subida al Roque Bejenado, desde Valencia (El Paso), y que las ruedas de estos artilugios, a su paso, hollaban algunas inscripciones (o figuras) petroglíficas sitas en este lugar protegido y así catalogados por la
Carta del Cabildo insular. Lamentable, según se mire.
Aunque resulte paradójico, desde enfoque profesional, fuimos policía casi 40 años, llama la atención que los ciclistas invadan prácticamente todo: carreteras principales, secundarias, calles urbanas, aceras (en dirección prohibida, sin respeto a semáforos�?�), pistas forestales�?� (sólo les falta circular por el carril lento de las autopistas, y en algunos túneles, puesto que aquí si que peligra la vida del artista visto desde la terminología circense). Esto en nuestra España, pero que, a través de la prensa internacional, es algo constatado en cualquier lugar. En Francia, Alemania, Bélgica u Holanda, parece existe una disciplina mayor en el uso y disfrute de estos artefactos. Es cierto que la infraestructura vial para su uso es óptimo. No tanto en otros países del orbe hispano.
Es obvio que estos usuarios ocasionan molestias, retrasos y paralización del tráfico en pleno horario comercial por estas vías, que nadie con objetividad puede negar. Que nos exima el Dr. en Psiquiatría andaluz Rojas Marcos, quién define este medio de transporte (para uso deportivo o similar, casi nunca laboral) como relajante psíquico para el usuario, aunque produzca segura irritabilidad entre muchos de los conductores de vehículos que le preceden (a veces hasta diez), en estas islas donde apenas existen tramos viarios superiores a 100 metros para adelantamientos, y más en La Palma donde la cosa se pone peor�?� Sin embargo, otro médico, cuya identidad guardamos por aquello del secreto profesional, dermatólogo, y que tiene consulta en Santa Cruz de La Palma, da otra versión para justificar la conducta de algunos de los ciclistas, que llega a catalogar de imprudencia suicida, a la vez que considera a muchos de estos usuarios como personas afectadas de baja autoestima y profundo complejo de inferioridad, entre otras variantes de la personalidad; aspectos estos (dice) que superan en cuanto saltan a las vías públicas y se sienten importantes al apreciar cómo varios vehículos marcan el paso que ellos (y las infraestructuras viarias sin carril bici) imponen. Cuando se dispone de poco tiempo para llevar a cabo una gestión, en horario de oficinas, resulta insoportable la tensión acumulada en el intento de adelantar a un ciclista (a veces varios) que mueven las caderas al ritmo del pedaleo (las nalgas dicen otros), causando, si cabe, mayor contrariedad entre los conductores y ocupantes de vehículos, que no les queda otra alternativa que invocar al Santo Job bíblico�?� O, también es otra solución bajarse del vehículo y remitirlos a sendas más apropiadas para este deporte; en La Palma varios y a más; en Tenerife, por ejemplo, el Camino de Las Peras, Camino Largo, carril bici de Santa Cruz, entre otros ad hoc para ciclistas�?�
Este novísimo y cada vez más prolífico ahora deporte o hobby, apenas herramienta de trabajo, de seguro dificulta el tráfico vial y económico de una determinada comarca, al tiempo que constituye un claro riesgo para la integridad física de los mismos ciclistas donde queda probado que, un gran porcentaje de los mismos, han sido objeto de alcance por otros vehículos (o viceversa) con abundantes lesionados, e incluso muertes, como es conocido a través de
estadísticas oficiales.
Este comentario tendrá detractores, seguro; por aquello de que cuando una opinión no gusta, o no se comparte, se le llama, subjetivamente, disparate, sin analizar los pro y contras del contenido de la opinión vertida. Estos �??deportistas�?� de nuevo cuño (moscas cojoneras les llaman otros) sí que constituyen un disparate cuando colapsan carreteras principales como queda dicho. Otros �??disparatan�?� desde posturas corporativas, ideológicas o académicas�?�, y no digamos políticas con ambigüedad patológica, entre otros, que no entran a fondo en la cuestión a dilucidar. ¿Por qué? ¡He ahí la cuestión!, que dirían los clásicos.
Lo anteriormente expuesto sería aplicable, en menor medida, a los llamados moteros, en todo el mundo, por todo lo contrario: excesiva velocidad en los adelantamientos invadiendo el carril contrario, a más de imprudencia temeraria en la conducción de estas máquinas que producen enorme cantidad de accidentes de tráfico, en todo el país, con resultado de muerte para los motoristas, casi siempre, como apuntan las mismas fuentes estadísticas estatales. Queda claro que es una opinión personal (pero también es profesional�?�), además compartida como queda dicho.
Se admiten puntualizaciones, con otras visiones o posturas discrepantes, razonadas que sean serias, y razonables, claro.
Periodismo Histórico