Un 98% de las y los menores migrantes no acompañados que vienen a Navarra son varones, en su gran mayoría procedentes de Marruecos y Argelia, con una edad media de 16 años, y con estudios equivalentes a ESO, la mitad de ellos. Llegan, tras un viaje de casi un año, con el objetivo de formarse y obtener empleo.

Estos son algunos datos del perfil de los menores migrantes no acompañados que llegan hasta Navarra, según se desprende de un estudio transfronterizo Euskadi-Navarra-Pirineos Atlánticos sobre la caracterización e impacto de la intervención con estos menores.

La investigación se ha dado a conocer hoy en Pamplona en la jornada “Jeunes Migrants-Jóvenes Migrantes”, inaugurada por consejera de Derechos Sociales, Mª Carmen Maeztu, en la que han participado cerca de 90 profesionales de administraciones públicas locales y regionales y de entidades sociales que trabajan directamente con este colectivo tanto en Navarra, como en Bizkaia, Gipuzkoa, Araba-Álava y el Departamento de Pirineos Atlánticos de la región de Nueva Aquitania de Francia.

La investigación ha contado con la participación de 270 menores migrantes no acompañados de los citados territorios, 90 de ellos bajo la tutela del Gobierno de Navarra,  y ha permitido realizar una caracterización de estos menores, así como medir el impacto de la intervención que se realiza con ellos desde las administraciones públicas que los tutelan, en colaboración con entidades sociales. También refleja las similitudes y diferencias entre los distintos territorios analizados.

La consejera Maeztu ha destacado “la eficacia de la intervención que se está realizando desde el sistema de proyección, en colaboración con las entidades sociales, y que el estudio refleja en la mejora de su salud, sus hábitos, la integración y participación en acciones formativas de los menores, al poco tiempo de su llegada”.

Perfil de los menores que llegan a Navarra

En estos momentos se encuentran en Navarra 230 chicos y chicas migrantes no acompañados, bajo el sistema de protección de Gobierno de Navarra. Residen en distintas localidades -Buñuel, Tudela, Marcilla, Pamplona / Iruña, Altsasu / Alsasua y Estella-Lizarra y se reparten en función de su edad y su situación,  en diferentes recursos.

En nuestra Comunidad el 100% de estos menores se encuentran atendidos en recursos de protección.

El estudio realizado permite dibujar un perfil de los y las menores que llegan a Navarra: en su mayor parte, un 98%, se trata de varones, con una edad media de 16 años.

El país de origen es Marruecos, y en menor medida Argelina, y recalan en Navarra después de un viaje en solitario que dura 310 días de media (275 en el caso de Marruecos) y que realizan principalmente en patera o barco, o en los bajos de un camión, hasta llegar a territorio europeo y en autobús una vez que se encuentran en la península. 

La principal ruta utilizada es la marroquí, a través de la costa. Otras, como el acceso por Argelia, Libia e Italia o el de Turquía y centro-europa son muy minoritarias. Estas vías, por el contrario, son más habituales entre los migrantes que llegan a territorio francés.

Aquellos que vienen de Marruecos  tienen familias numerosas (la mitad de ellos tienen al menos 5 hermanos) y mantienen una buena relación con sus progenitores. En la posición entre los hermanos, lo habitual es que sean los “medianos”.

Una gran parte, un 52% han alcanzado estudios equivalentes a ESO,  y un 42% ya tiene experiencia laboral, fundamentalmente en actividades relacionadas con la agricultura y ganadería.

Un  40% se declara no practicante

A su llegada, en general, presentan un buen estado de salud y hábitos de alimentación, higiene y deportivos saludables.  De hecho, una vez aquí, el deporte es una de las principales vías de integración y socialización con jóvenes de las localidades en las que residen.

Su principal razón para migrar es formarse y trabajar, dadas las limitadas oportunidades de sus países de origen, deseo que se corrobora con la alta tasa de matriculados en estudios de Formación Profesional y Ocupacional una vez asentados en Navarra.

Impacto positivo de la intervención

El estudio indica que en todos los casos, la intervención técnica profesional de los recursos de protección social realizada sobre los y las menores entre los  4 y 6 meses de su llegada produce notables avances en distintos ámbitos. Por ejemplo, aumenta  un 40% los menores que obtienen el número de identificación de extranjero, pasaporte o empadronamiento.

Experimentan también mejoras en su salud (aunque su estado a la llegada no es malo), como lo prueba el aumento de peso que va acompañado también de un incremento del consumo de legumbres, verdura o fruta, así como la frecuencia de hábitos de higiene como lavado de manos, dientes, ducha, etc.. y de deporte.

También se generan grandes avances en la integración social y comunitaria. El 64% mantiene relaciones de amistad con juventud autóctona.

Igualmente, se consiguen pasos importantes en el conocimiento del castellano y en la matriculación en formaciones: al menos un 60% participa en formación para el empleo o formación profesional encaminada a su activación laboral.

En el caso de Euskadi y Navarra existen muchas similitudes, siendo en cambio marcadamente diferentes con respecto a la de Pirineos Atlánticos, fundamentalmente por el distinto origen geográfico,  nivel educativo previo, la composición del hogar de origen o las rutas y tiempos que toman para llegar a sus destinos en  cada caso.

Un informe comparativo, desde una perspectiva eurorregional y transfronteriza

Este proyecto, cofinanciado por la Eurorregión Nueva Aquitania-Euskadi-Navarra, a través de la convocatoria de Ciudadanía de 2019,  surge del trabajo previo de análisis e intercambio de conocimiento realizado por Agintzari y Zabalduz, dos cooperativas de iniciativa social con una dilatada experiencia en servicios de atención a menores y familias. En los proyectos “Gaztejeunes” y “Transmenas” desarrollados por estas entidades, se identificaron claras similitudes en el perfil de los y las menores y jóvenes extranjeros no acompañados en Navarra y Euskadi, pero muy diferente al que existía en Francia (a partir de la comparativa con los Departamentos de Pirineos Atlánticos, Landas y Lot y Garonne).

Junto con la Universidad de Pau y los Países del Adour, se ha llevado a cabo un análisis más específico en el que han participado 270 menores y jóvenes (1/3 en Navarra, 1/3 en Euskadi y 1/3 en Pirineos Atlánticos aproximadamente) para profundizar en el conocimiento sobre aspectos sociodemográficos, educativos, de salud, comunitarios, de proceso migratorio, etc.

Como herramienta metodológica se ha utilizado un cuestionario con 170 ítems organizados en seis ejes, que se tradujo a cuatro idiomas (castellano, francés, árabe e inglés) para facilitar su comprensión y fue distribuida por los educadores de referencia a lo largo de dos meses, con el fin de garantizar su fiabilidad.

Este proyecto ha contado como socias a Agintzari, Zabalduz Koop Ekl y Zakan entidades de iniciativa social, expertas en materia de menores, jóvenes y familia, y el Departamento de Sociología de la Université de Pau et des Pays de l'Adour, tercera universidad en importancia de la región suroeste de Francia, situada en el departamento de Pirineos Atlánticos.

En esta zona actúan también las entidades francesas sin ánimo de lucro que han colaborado en la recogida de datos: Action Jeunesse, Innovation et Récherche (AJIR) de Aquitania, Organismo de Gestión des Foyers Amitié (OGFA) y Sauvegarde de l'Enfance à l'Adulte du Pays Basque (SEAPB).

El proyecto ha contado con el respaldo y colaboración de las instituciones públicas competentes de cada región: el Gobierno de Navarra, en el caso de Euskadi la Diputación Foral de Bizkaia / Bizkaiako Foru Aldundia y la Diputación Foral de Gipuzkoa / Gipuzkoako Foru Aldundia, así como el Departamento de Pirineos Atlánticos.