Lekunberri acogió el sábado el XXVIII Día del Navarro Ausente, una jornada festiva organizada anualmente por la Federación Nacional de Hogares Navarros y que pretende ser un punto de encuentro entre los navarros que residen fuera de la Comunidad foral.
La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, fue la encargada de dar la bienvenida a los participantes, alrededor de un millar, y lo hizo reconociendo "el ejemplo y esfuerzo de los navarros que tuvieron que salir fuera de Navarra para sacar adelante a sus familias".
"Sois el ejemplo humano de miles de navarras y navarros que a lo largo de las últimas generaciones han tenido que salir de nuestra tierra", dijo Barkos, contribuyendo así "al desarrollo y progreso social de la tierra de acogida, sin renunciar a su profundo sentimiento de pertenencia a Navarra".
El lanzamiento de un chupinazo desde el balcón del Ayuntamiento, la degustación de chistorra y sidra, trikitixas, y exhibición de Herri Kirokal, además de una comida popular en el frontón completaron un programa lleno de actividades, encuentros y emociones.
La Fiesta del Navarro Ausente se celebra desde 1989. Cada año tiene lugar en una localidad diferente y, hasta la fecha, las navarras y navarros que residen fuera de la Comunidad Foral se han reunido en Corella (en dos ocasiones), Estella, Olite, Sangüesa, Tudela, Pamplona, Elizondo, Viana, Lumbier, Peralta, Roncal, Tafalla, Lodosa, Aoiz, Los Arcos, Ochagavía, Milagro, Burguete, Fitero, Arguedas, Artajona, Funes, Ultzama, Mendavia, Isaba y Andosilla.