miércoles, 24 de abril de 2024

Los arqueólogos que investigaron el Castillejo de Monteagudo explorarán los Jardines del Agdal de Marrakech

En concreto, estos arqueólogos acometerán hasta el 17 de enero de 2012 la prospección y catalogación arqueológica de los Jardines del Agdal de Marrakech, como parte del proyecto de rehabilitación de este conjunto monumental, promovido por la Fundación de Cultura Islámica (FUNCI) mediante convenio suscrito con la Région de Marrakech-Tensif-El Haouz, la Commune Urbaine Mechouar-Kasbah, y el Institut National de la Recherche Agronomique du Maroc. Los Jardines del Agdal, construidos a mediados del siglo XII, fueron en su origen una finca de recreo almohade y desde su creación han sido propiedad de las dinastías gobernantes y del Estado, según informaron fuentes del CSIC en un comunicado.

Este conjunto arqueológico tiene una extensión de unas 500 hectáreas y consiste en un conjunto de espacios cultivados, infraestructuras hidráulicas y edificaciones palatinas rodeadas por una muralla que originalmente llegó a alcanzar los diez kilómetros de perímetro.

La finca, que forma parte de la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, ha pasado por diversas vicisitudes a lo largo de sus ocho siglos de historia, incluidos periodos de abandono ligados a los avatares históricos. Actualmente está en producción agrícola y en lo esencial mantiene las características y funciones con las que fue concebida.

CSIC explica que los jardines son irrigados por una importante red hidráulica que comprende en la actualidad galerías subterráneas de captación, pozos y acequias a cielo abierto, que de una u otra manera tienen su origen en la vertiente norte de las montañas del Atlas.

Esta red alimenta dos grandes albercas que actúan como elementos reguladores del riego y, a la vez, son parte fundamental, como elementos lúdicos y ornamentales, de un complejo de estancias palatinas de recreo. Las zonas de cultivo están divididas en grandes parcelas rectangulares que acogen la plantación de gran número de variedades de cítricos, olivos y frutales.

Históricamente, este tipo de jardines ha sido utilizado para la experimentación y aclimatación de especies vegetales con fines productivos, algo que sigue ocurriendo en la actualidad, según las mismas fuentes.

La relevancia de este conjunto trasciende el ámbito puramente local, ya que en la propia Península Ibérica se han estudiado los restos de varias de estas fincas aristocráticas, entre las que destaca la del Castillejo de Monteagudo (Murcia) construida a mediados del siglo XII y estudiada por el mismo equipo que va a ahora a iniciar la prospección arqueológica del Agdal.

También la ciudad de Granada conserva un ejemplo similar como es el caso del palacio de Alcázar Genil, compuesto por jardines, campos de cultivo y por una gran alberca, redescubierta esta última recientemente.

Los Jardines del Agdal incluyen gran cantidad de elementos patrimoniales, que han llegado hasta nosotros en distinto grado de conservación. El proceso acelerado de transformación urbana que ha conocido Marrakech en las últimas décadas ha llegado a amenazar su preservación.

A pesar de su gran notoriedad, valor histórico y atractivo turístico, hasta el momento no se ha realizado un estudio pormenorizado del conjunto, según el CSIC, que apunta que éste es uno de los propósitos del ambicioso proyecto de estudio y rehabilitación emprendido por las instituciones participantes. Para ello se ha reunido un grupo de trabajo compuesto por expertos internacionales en los campos de la arquitectura, el urbanismo, la arqueología y el paisajismo.

El Laboratorio de Arqueología y Arquitectura de la Ciudad (LAAC) de la Escuela de Estudios Árabes de Granada participa en la rehabilitación de este conjunto monumental, en su condición de institución ligada a la investigación de la arqueología y la arquitectura islámicas, continuando una tradición de colaboración internacional en el campo del conocimiento y conservación del patrimonio.

El doctor Julio Navarro Palazón dirigirá el equipo que realizará la prospección arqueológica, identificará las áreas de interés arqueológico y planificará las futuras excavaciones en el conjunto. Para realizar esta prospección y elaborar el catálogo de elementos arquitectónicos y arqueológicos del conjunto monumental, nueve investigadores del laboratorio especialistas en distintos campos se desplazarán a Marrakech el próximo mes de enero.

El equipo lo componen arqueólogos, arquitectos, arquitectos técnicos y dibujantes, entre los que se encuentran Juan Luis Benítez Campos, Fidel Garrido Carretero, Juan Antonio Hernández Pérez, Manuel Pérez Asensio, Manuel Rodríguez Gallego, Paula Sánchez Gómez y José Manuel Torres Carbonell.

La presente campaña de trabajos es el primer paso de un proyecto a largo plazo que contempla futuras actuaciones de excavación, restauración arquitectónica, botánica y paisajística, encaminadas a salvaguardar el valor patrimonial del monumento y adecuarlo a las nuevas necesidades urbanísticas del entorno mediante la elaboración de un proyecto de gestión económica y de desarrollo turístico del lugar.