jueves, 28 de marzo de 2024

Los empleadores de trabajadores temporeros de La Rioja han de presentar plan frente al virus

La inmigración de temporeros se verá sujeta a mayor control.
La inmigración de temporeros se verá sujeta a mayor control.
Los empleadores de los trabajadores temporales agrarios deberán presentar un plan sobre las características de su explotación y el alojamiento que proporcionan a los temporeros en La Rioja para garantizar que cumplen los requisitos sanitarios para evitar la propagación de la COVID-19.

Las consejeras riojanas de Agricultura, Eva Hita, y Salud, Sara Alba, han detallado este miércoles, en una rueda informativa, el protocolo para las campañas agrícolas seguras en esta comunidad autónoma.

Este protocolo, que sigue las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, establece medidas para garantizar la seguridad en los alojamientos, desplazamientos y lugar de trabajo de los temporeros durante las próximas campañas agrícolas, especialmente la vendimia y la recogida de fruta de pepita, ha precisado Hita.

Además, Alba ha recordado que el Gobierno riojano asumirá el coste para realizar pruebas PCR a todos los trabajadores temporeros, tengan contrato laboral o no.

En el caso de que un temporero dé positivo en coronavirus, se valorará su ingreso hospitalario en función de su estado o se le aislará si se encuentra leve o asintomático, ha precisado.

Para los trabajadores temporales que no dispongan de un domicilio de La Rioja se cuenta con una red de alojamientos, denominados "arcás de Noé", repartidos por toda la comunidad.

En pasadas campañas agrícolas han trabajado en La Rioja entre 5.000 y 7.000 temporeros, han añadido, tras asegurar que hasta la fecha no ha habido en la comunidad ningún brote de COVID-19 asociado a este colectivo.

Se editarán unas fichas muy sencillas en inglés, francés, portugués y árabe con recomendaciones para los trabajadores y sus empleadores, entre las que se incluyen las precauciones que deben tomar desde su "responsabilidad individual".

Entre estas medidas, Hita ha citado el uso obligatorio de la mascarilla, la distancia social de 1,5 metros en las actividades agrarias y en los tiempos de descanso y mantener hábitos de higiene.

Para ello, las viviendas y alojamientos que el empleador está obligado a proporcionar deben contar con la superficie suficiente para que se pueda respetar el 1,5 metros de distancia entre los trabajadores, tanto en dormitorios como en lugares comunes.

En relación con el alojamiento, se colaborará con los ayuntamientos que ceden sus albergues y polideportivos municipales durante las campañas agrícolas.

Además, los empleadores deben tomar la temperatura a los trabajadores todos los días y, en los casos que presenten síntomas compatibles con la COVID-19, tendrán que contactar con las autoridades sanitarias.

Hita ha pedido a los empleadores que apuesten por la contratación en proximidad, para evitar los desplazamientos de trabajadores entre comunidades y minimizar riesgos.