jueves, 25 de abril de 2024

'Sin el apoyo de las mujeres no habría asociacionismo'

Francisca Argüelles es la primera mujer en 30 años que preside el MAEEB.
El pasado 14 de abril, Francisca Argüelles fue elegida presidenta del Movimiento Asociativo de Emigrantes Españoles en Bélgica (MAEEB), sustituyendo en el cargo a Antonio Navarro que había ocupado la presidencia en los últimos 14 años. Francisca Argüelles es una emigrante de una nueva generación, ya que se marchó de Oviedo a los 25 años y no lo hizo en busca de un futuro económico mejor, sino después de conocer al que hoy es su marido, un español residente en Lieja. 'Paqui', como es conocida en Bélgica, ha trabajado en diversas organizaciones españolas, y ha sido colaboradora de la ex ministra de origen asturiano Julia Fernández. ¿Qué motivos le llevaron a presentarse a las elecciones para la presidencia del MAEEB?
Antonio Navarro había ocupado durante los últimos años la presidencia y pedía un relevo para poder dedicarse a otras actividades. Consulté con varias personas de la organización y ellos decidieron prestarme su apoyo.

¿Ha definido las prioridades para su mandato?
Sí, antes de presentarme he mirado cuál había sido el trabajo del MAEEB en estos años y analizar si podía continuar potenciando la organización. En el caso concreto de las comisiones de mujeres y jóvenes me gustaría impulsar la multiculturalidad abriéndonos a otras nacionalidades. Creo que la inmigración de primera generación ya no nos necesita, están integrados y muchos retornados. El reto es atender a los que hoy estamos en Bélgica. La emigración ha cambiado tiene otras necesidades y debemos aprovechar lo bueno que nos pueden aportar otras culturas.

¿Se siente presionada por ser la primera mujer que ocupa el cargo de presidenta de la MAEEB?
No, nunca he sentido tipo de condicionamiento por ser mujer. Pero en la historia del asociacionismo la mujer siempre ha jugado un papel muy activo. No han ocupado cargos en la presidencia pero han estado colaborando para impulsar todo tipo de asociaciones. Sin el papel que han desarrollado las mujeres hoy no existirían las asociaciones.

¿Considera que las mujeres jugarán un papel mucho más activo en el asociacionismo del futuro?
El papel que juegan ahora es fundamental. En el caso concreto del MAEEB, la gran mayoría de actividades que desarrollan las asociaciones está impulsado por mujeres. En la primera reunión que he tenido con el MAEEB para conocer el trabajo que estaba desarrollando cada asociación me he encontrado con muchas mujeres en cargos directivos.

¿Cuál es la situación actual de los españoles que residen en Bélgica?
Los principales problemas que tenemos son de tipo de administrativo, ya que prácticamente todos los papeles y documentos que necesitamos tenemos que trasladarnos hasta Bruselas para hacerlos. Ahora tampoco podemos hacer, por ejemplo, los pasaportes en Lieja por un problema informático y nos han desviado a Bruselas.

¿Temen que se produzca un cierre de consulados en Europa?
Sí es cierto que esta situación de centralizar los trámites administrativos en Bruselas puede ser el primer paso para eliminar consulados, pero vamos a luchar para mantenerlos. Ahora nos encontramos con un nuevo problema y es que para hacerse el DNI hay que trasladarse a tu lugar de origen en España.

¿Se está produciendo un retorno a España de primeras e incluso segundas generaciones?
No tenemos muchos datos, estamos trabajando sobre ello para conocer mejor la realidad de los que vuelven. Creo que el fenómeno del retorno es más intenso en América, ya que lo que ocurre en Europa no se puede considerar retorno. Son personas con dos residencias que alternan temporadas en uno o en otro país. No se produce un retorno definitivo, sobre todo en los padres o abuelos que dejan a sus hijos en los países de acogida.

¿Cómo habéis recibido la noticia sobre el recorte del derecho a voto en las elecciones municipales?
Ha creado un gran movimiento de repulsa en toda Europa y en todas las organizaciones de emigrantes. Este es un problema del que se puede hacer una doble lectura. Por un lado, yo puedo decidir no votar en el país en el que resido como emigrante. Por otro lado, también puedo decidir votar en las elecciones de mi país de origen. Por tanto, puedo entender que sólo tengo derecho a votar en uno o en otro lugar, pero al menos espero que la administración española me deje elegir a mí dónde quiero votar y no recorte mis derechos como ciudadana española. La pérdida del derecho al voto en las municipales puede ser el principio de la desvinculación de España con la ciudadanía española en el exterior. Si los emigrantes no tenemos ningún representante que defienda nuestros derechos en los ayuntamientos españoles a la hora del retorno nos vamos a encontrar sin un interlocutor, sin nadie que se preocupe por nuestras necesidades y sin que se interese por nuestros derechos. Es una situación a la que no deseamos llegar.