martes, 16 de abril de 2024

'Los emigrantes quieren mantener las costumbres y por ello se unen'

Adriana Vera, hija de emigrantes gallegos que decidió retornar a Galicia.
Natural de Uruguay e hija de emigrantes gallegos. Adriana Vera es una de los miles de descendientes que decidió regresar a España en busca de nuevas oportunidades. La situación económica en Uruguay era precaria y Vera se vio obligada a regresar en busca de un futuro para sus hijos. A finales de agosto fue la encargada de realizar la ofrenda floral a San Roque durante las celebraciones del día del emigrante. Un acto que realizó en nombre de sus padres. Usted es hija de emigrantes gallegos que partieron hacia Argentina. ¿Cómo fue su vida en Montevideo?
Buena. Yo tengo 45 años. Es muy difícil contar lo ocurrido en tantos años. Hubo cosas muy buenas, pero también malas. Sin ir más lejos, la peor situación se vivió a partir del año 2000, cuando la crisis causó inseguridad y la situación se tornó muy difícil.

¿Fue entonces la crisis en Uruguay la que la impulsó a volver?
Fue una de las causas. La seguridad ya no era la misma. Yo tengo dos hijos pequeños y tenía que pensar en lo mejor para ellos, así que opté por venirme a Ordes y abandonar Montevideo.

¿Fueron momentos muy duros cuando se decidió por retornar?
Sí. Tu dejas tu vida, arrancas con lo puesto y te vienes con tu familia a un lugar nuevo para ti. Con hijos, no puedes hacer locuras. Le das muchas vueltas a las cosas y se te pasan muchas historias por la cabeza. Sin familia, todo resulta más fácil, pero al tener hijos las cosas son más difíciles. Tuve que optar por venirme y estoy contenta. Hay fechas y días que cuestan mucho por lo que significan, pero hay que tirar y mirar hacia delante.

¿Cómo es la colaboración entre emigrantes fuera del país?
Se encuentran muy unidos. La colonia española es muy grande y principalmente la gallega, que todavía es más grande. Eso es lo que yo pude observar. Mis abuelos me enseñaron a mantener la relación con España a través de los centros. Allí se reúnen y celebran fiestas tradicionales o días festivos. Los emigrantes tratan de mantener las costumbres y por ello permanecen tan unidos.

¿Qué vida le resulta más fácil? ¿La de Montevideo o la de Ordes?
Es muy difícil comparar. Mi país es mi país, lo adoro y lo querré siempre. Aquí, tengo mi trabajo, mis hijos están bien y les encanta esto. No estoy arrepentida de haberme ido. Llevo cuatro años en Ordes. Allí estuve 40, y cuando era joven no había los problemas que hay ahora. La vida es totalmente distinta en Montevideo que en Ordes, pero puedo decir que volvería a escoger la opción de emigrar a Galicia.

¿Qué se encontró al volver a la tierra de sus padres?
Al venir a Galicia fue todo nuevo. No conocía esto. Mi familia había estado alguna vez, pero yo era la primera vez que venía. Fue todo nuevo. Tuve mucha suerte porque me encontré con gente muy buena, pero también hay gente que se olvida de que Galicia fue un país de emigración. Sobretodo, es algo que se nota en los niños, que no se dan cuenta. Yo noté el cambio porque me vine de una ciudad a un pueblo. Puedo decir que estoy muy contenta y en lo personal me encuentro muy bien.

¿Cómo fue elegida para protagonizar la ofrenda floral a San Roque?
Es la segunda vez que la realizo. Lo hice en nombre de mis padres, que ya están muy mayores y que fueron los primeros gallegos que retornaron a Ordes. Por eso se realizó el homenaje.

¿Fue un momento muy emotivo?
Es una situación muy difícil. Mueves muchos sentimientos. Vives todas tus experiencias y las de tus antepasados. En ese instante se te cruza todo y además estaban presentes mis padres. Me quedé cortada y tuve que parar. Muy difícil de transmitir.

¿Cómo afronta el futuro?
Aprendí a no programar a grandes plazos. Jamás hubiera emigrado, lo hice pensando en mis hijos. Allí trabajábamos mucho y las cosas no salían como pretendía. Hoy estás aquí y mañana en otro lado. La vida hay que vivirla y no planear el futuro. Me va a ser difícil que vuelva porque mis hijos están haciendo aquí su vida. Cuando hay familia en el otro lado, no se sabe que pasará. Hoy por hoy, iría a Montevideo a pasear, pero no a quedarme.