15/12/2010
11:45 h.
Mujer y emigrante. Década de los 60. Europa. No cabe duda de que las protagonistas de esa odisea migratoria no lo tuvieron nada fácil. Fueron años duros, difíciles, pero de los que han salido fuertes y por eso estas mujeres de aquella primera generación, se merecen un reconocimiento especial. Y esa fue la idea que planeó durante todo el encuentro que tuvo lugar en la localidad alemana de Königswinter, organizado por la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en la RFA. Durante dos días, se compartieron experiencias y las ponentes afrontaron planteamientos reivindicativos de las participantes, todas muy activas en el debate, de tener a la mujer emigrante en cuanto a la hora, tanto de elaborar leyes y programas de ayuda, como otro tipo de proyectos.
La vicepresidenta de la Coordinadora, Carmen Couto, enumeró algunas conclusiones: En cuanto a la recuperación de la nacionalidad, destacó que 'las mujeres españolas en Alemania llevamos arrastrando una gran discriminación'. Con respecto a las prestaciones al retorno subrayó que 'dado que en la mayoría de los casos la mujer es más joven, al jubilarse se ve en la obligación de volver con su pareja y pierde su cotización hasta la edad de jubilación.'
También se hizo alusión a la ley de dependencia con la siguiente reflexión: 'se trata de un derecho al que podrán acceder todos los ciudadanos españoles que hayan residido en España durante cinco años, dos de los cuales deberán ser inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud (agravio comparativo con las mujeres de España). Y la última conclusión hizo referencia a la violencia machista.
Jose Povedano
El presidente de la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en la RFA, José Povedano recordó, al comienzo del encuentro, que este movimiento había nacido en el año 1977 y que contaba entre sus filas con medio centenar de asociaciones.
Insistió mucho en el carácter 'no autonómico' de la Coordinadora. 'Nos debemos a toda la colonia de españoles, nosotros no contamos con la tutela de una comunidad autónoma, lo que a veces nos dificulta el trabajo y el conseguir subvenciones para nuestras actividades'. Por eso, según explicó Povedano, 'cada año, en estos encuentros, invitamos a representantes de distintas comunidades para que nos conozcan y saber lo que hacen'.
Discriminación
En el año 1982, Palma de Mallorca acogía el primer Congreso Democrático de Asociaciones de Emigrantes Españolas en Europa, y en él, y no sin mucho esfuerzo y obstáculos, las mujeres de la Coordinadora presentaron una ponencia.
En su presentación, ya se intuía el carácter reivindicativo de las redactoras: 'las mujeres que hemos trabajado en esta ponencia elevamos una crítica a la Comisión Gestora Europea por no haber incluido una ponencia específica que tuviera como contenido la problemática de la mujer emigrada, cuya amplitud y complejidad rebasa el marco de una ponencia conjunta con los problemas de jubilados, temporeros, marineros, etc'. Hacían extensible su queja a l a propia organización del Congreso: 'De los 200 delegados numerarios, sólo 20 somos mujeres. En la mesa provisional no había ninguna mujer; en la definitiva no hay ninguna mujer. No es de extrañar si se tiene en cuenta que ninguna mujer ha formado parte nunca de de la Comisión Gestora Europea'.
En la ponencia se abordaban temas tan polémicos en aquellos años como el derecho al aborto, al divorcio, la sexualidad, la corresponsabilidad y la discriminación salarial.
La vicepresidenta de la Coordinadora, Carmen Couto, enumeró algunas conclusiones: En cuanto a la recuperación de la nacionalidad, destacó que 'las mujeres españolas en Alemania llevamos arrastrando una gran discriminación'. Con respecto a las prestaciones al retorno subrayó que 'dado que en la mayoría de los casos la mujer es más joven, al jubilarse se ve en la obligación de volver con su pareja y pierde su cotización hasta la edad de jubilación.'
También se hizo alusión a la ley de dependencia con la siguiente reflexión: 'se trata de un derecho al que podrán acceder todos los ciudadanos españoles que hayan residido en España durante cinco años, dos de los cuales deberán ser inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud (agravio comparativo con las mujeres de España). Y la última conclusión hizo referencia a la violencia machista.
Jose Povedano
El presidente de la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en la RFA, José Povedano recordó, al comienzo del encuentro, que este movimiento había nacido en el año 1977 y que contaba entre sus filas con medio centenar de asociaciones.
Insistió mucho en el carácter 'no autonómico' de la Coordinadora. 'Nos debemos a toda la colonia de españoles, nosotros no contamos con la tutela de una comunidad autónoma, lo que a veces nos dificulta el trabajo y el conseguir subvenciones para nuestras actividades'. Por eso, según explicó Povedano, 'cada año, en estos encuentros, invitamos a representantes de distintas comunidades para que nos conozcan y saber lo que hacen'.
Discriminación
En el año 1982, Palma de Mallorca acogía el primer Congreso Democrático de Asociaciones de Emigrantes Españolas en Europa, y en él, y no sin mucho esfuerzo y obstáculos, las mujeres de la Coordinadora presentaron una ponencia.
En su presentación, ya se intuía el carácter reivindicativo de las redactoras: 'las mujeres que hemos trabajado en esta ponencia elevamos una crítica a la Comisión Gestora Europea por no haber incluido una ponencia específica que tuviera como contenido la problemática de la mujer emigrada, cuya amplitud y complejidad rebasa el marco de una ponencia conjunta con los problemas de jubilados, temporeros, marineros, etc'. Hacían extensible su queja a l a propia organización del Congreso: 'De los 200 delegados numerarios, sólo 20 somos mujeres. En la mesa provisional no había ninguna mujer; en la definitiva no hay ninguna mujer. No es de extrañar si se tiene en cuenta que ninguna mujer ha formado parte nunca de de la Comisión Gestora Europea'.
En la ponencia se abordaban temas tan polémicos en aquellos años como el derecho al aborto, al divorcio, la sexualidad, la corresponsabilidad y la discriminación salarial.