miércoles, 24 de abril de 2024

'En Suiza echo de menos España, pero al estar en España extraño Suiza'

Josefa Vázquez, ante el lago de Ginebra.
A los 13 años Josefa Vázquez cambió su pequeña aldea natal, Sande, en el concello ourensano de Cartelle, por A Coruña, ciudad en la que se formó como Técnico en Comercio Internacional y desempeñó diversos trabajos. A los 33 años, su espíritu inquieto la llevó emigrar a Ginebra, ciudad en la que residían algunos familiares y que conocía muy bien ya que la visitaba asiduamente. Tras 23 años en Suiza, el balance no puede ser más positivo, el país le ha dado la oportunidad de conocer gente nueva, mejorar su formación, viajar, trabajar en aquello que ha elegido�?� aunque la lejanía de la familia es un hecho que no puede obviar. Cuando llegó al país, ¿fue muy difícil la adaptación?
No, yo me adapté perfectamente. Soy una persona muy abierta y contaba con el apoyo de la familia, además, sabía hablar el idioma lo que ya supone una ventaja. Por otra parte, los suizos son gente reservada y más difícil que los españoles a la hora de hacer amistades. Su confianza no se gana el primer día, pero una vez que la obtienes puedes estar seguro de que es para toda la vida.

En el ámbito laboral, ¿cuál ha sido su trayectoria?
Cuando llegué empecé a trabajar como peluquera, ya que en A Coruña ya había trabajado en el sector, peinando a gente española que venía a casa. Luego trabajé como camarera en un restaurante donde, para hacerme fija y profesionalizarme, me pagaron un curso de camarera. El primer año ascendí a jefe de servicio y, al segundo, me nombraron directora. Como me gustaba el sector, decidí estudiar en una escuela para obtener el título con el que poder montar mi propio restaurante. Así, abrí mi propio local y también dirigía otro a mayores. Ahora mismo solo dirijo uno, a veces es bueno no relajarse y disfrutar del tiempo libre.
En el trabajo, la trayectoria fue la que yo elegí. Nunca me echaron por lo que puedo decir que fui yo la que fue dando los pasos hasta llegar a donde estoy hoy en día. Siempre procure evolucionar e ir hacía arriba.

¿Los trabajos de las mujeres y los hombres están equiparados social y económicamente?
Las mujeres acceden a los mismos puestos de responsabilidad y los sueldos suelen estar equiparados, aunque, depende de los ámbitos en que te muevas, sí hay algunas diferencias. Yo en el trato nunca tuve diferencias, incluso llegué a ser jefa de una importante plantilla en la que todos eran hombres y siempre fueron muy educados conmigo.

¿Cuál es el papel de la mujer en la emigración?¿Ha cambiado en los últimos años?
El papel de la mujer emigrante ahora no es el de antes, ahora tenemos más protagonismo. En el mercado laboral, si se prepara tiene igual de posibilidades que el hombre y que las mujeres suizas. De hecho tengo que decir que casi todas las mujeres emigrantes que yo conozco han logrado subir en sus puestos de trabajo y labrarse un futuro con más responsabilidades. Los hombres se quedaron más estancados en aquellos puestos en los que empezaron. La mujer ascendió más que el hombre e incluso hay mujeres emigrantes o descendientes que ocupan altos cargos. También hay que decir que antes venían muchos hombres solos mientras la mujer se quedaba en casa cuidando de los niños.
Creo que otro de los aspectos que más me gustan de este país es que la gente te respeta mucho como persona y como mujer. Te tratas con la misma igualdad y nunca verás un mal gesto.

¿Qué cambios ha notado en el país desde su llegada?
Cuando yo llegué se estaba más seguro que ahora. Podías ir a cualquier hora y por cualquier lugar sin peligro, los salarios eran muy altos, los clientes dejaban buenas propinas, se vivía bien. Pero esto fue cambiando y la entrada de emigrantes de países con problemas ha llevado a que haya más inseguridad, e incluso más suciedad cuando antes no veías ni un papel en el suelo. Económicamente también se gasta menos debido a la crisis financiera que tuvimos. En resumen, aunque la economía va bien, la gente gasta menos.

¿Solía o suele acudir a las sociedades gallegas o mantener relación con otros emigrantes?
A la Sociedad gallega iba de cuando en cuando, para ver el fútbol, bailar, asistir a reuniones, hacer comidas o hacer torneos pero no más, ya que a la hora de salir lo hacía con gente de aquí. Date cuenta que, con mi edad, la mayoría de la gente que iba a la sociedad estaba casada y tenía sus familias, con lo cuál los horarios y las libertades cambian al 100%.

¿Cómo definiría la calidad de vida en Suiza?
La calidad de vida es muy buena en todos los aspectos, aunque es cara. Pienso que hace unos años tuvo un cierto bajón, pero ahora va remontando poco a poco, pero si siguen llegando inmigrantes, con pocas ganas de trabajar, espero que la cosa, al menos, no vaya a peor.

Con la crisis que se está viviendo, ¿continúa habiendo emigración? ¿Ha cambiado con respecto a aquellos emigrantes que llegaban hace años?
Ahora los emigrantes que llegan son sobre todo de Latinoamérica, Rusia, Eslovaquia�?� españoles pocos vienen. Todos los que emigran hoy en día es porque ya tienen a alguien de la familia en el país. La verdad es que ahora mismo yo diría que no es el mejor momento para emigrar a Suiza, los mejores tiempos para encontrar empleo ya pasaron. Además, existe un grave problema con la vivienda; es casi imposible encontrar un piso, tardas meses, y luego, poder pagarlo porque es carísimo.
Los motivos para emigrar no cambian, mejoras laborales, ganar dinero y cambiar de aires.

¿Qué balance haría de estos 23 años en Suiza?
Muy positivo. He conocido a mucha gente, he aprendido más idiomas y perfeccionado los que tenía, he viajado y conocido mundo, me he formado más�?� cosas que no hubiese tenido de seguir en España. La nota negativa no se puede obviar: la lejanía de la familia.

¿Entra en sus planes regresar a España?
Regresaré con el retiro, antes no. Aquí tengo seguridad laboral, porque incluso a la gente que se queda sin trabajo poco antes de jubilarse le buscan algo, aunque sean unas horas, para que pueda cobrar la pensión.
Suiza entró en mi y estoy contenta con todo lo que conlleva vivir aquí aunque tengo que decir que cuando voy a España me falta Suiza y cuando estoy en Suiza me falta España. Tengo el corazón dividido en dos.