jueves, 28 de marzo de 2024

Un siglo con mucho futuro en el Centro Asturiano de Uruguay

José Caso, junto a la réplica de la cueva de Covadonga.
La entidad cuenta hoy en día con unos 700 socios que luchan por implicar a los descendientes y modernizar sus instalaciones, pero también por volver a realizar la sidra con la que amenizar sus festejos. El Centro Asturiano de Montevideo cumplió cien años como punto de encuentro para los emigrados del Principado en Uruguay consciente de sus glorias pasadas pero 'dispuesto a renovarse y modernizarse para no morir', según declaraciones de su presidente, el ovetense José Caso Vigil. El centenario centro festejó su cumpleaños con una multitudinaria fabada y la inauguración en el patio de su local de una réplica de la cueva de Covadonga, una acto que era esperado con gran expectación por los socios, fieles a esta institución desde que abriera sus puertas en agosto de 1910.

La alegría por el festejo no pudo ocultar los problemas que un centro de este tipo, que llegó a aglutinar a gran parte de los más de 10.000 asturianos que residían en Uruguay en los años 50 del siglo pasado, tiene que afrontar para mantenerse de cara al futuro.

'Como todos los centros de emigrados, los principales problemas son económicos. Tenemos una subvención del gobierno del Principado, pero eso no puede ser así siempre y tenemos que pelear para valernos por nosotros mismos', afirmó Caso, ebanista de profesión y socio de la Casa desde que llegó a Uruguay hace ya 58 años.

Así, la actual directiva del centro, que cuenta con unos 700 afiliados entre los que los asturianos son una pequeña minoría, aboga en primer lugar por 'ofrecer cosas para los jóvenes' y por modernizar sus amplias instalaciones para que la gente organice sus fiestas y banquetes en el lugar.

Otra de las luchas, más doméstica pero no menos importante, es volver a contar con un suministro de sidra para las fiestas, que antes hacían los socios con sus propias manos. 'Si es que tenemos hasta lagar, lo que pasa es que el último que preparaba la sidra ya está muy mayor. Pero estamos en esa senda, buscando formas de retomar la fabricación para que no muera la tradición. Igual también estamos tratando de plantar nuestras propias fabes', dijo Caso.

Lo que sí tiene claro es que las cosas cambiaron mucho en el Centro desde su fundación, cuando era una institución de referencia no sólo entre la emigración española, sino en la clase política uruguaya. 'Mucha gente importante en Uruguay pasó por aquí. Por amistad o por ser parte de la emigración asturiana. Fue fundado por los célebres escritores uruguayos de padres asturianos Carlos Vaz Ferreira y José Enrique Rodó', recordó Caso, quien apuntó al Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, asturiano de nacimiento como la persona más destacada que pasó por el centro. Ahora, a falta de asturianos, 'que cada vez somos menos', el centro está 'encantado de recibir, como el hogar fraterno que es' tanto a uruguayos como a personas del resto de España.

José Caso
El presidente del Centro Asturiano de Montevideo, José Caso, recuerda que 'estos sitios se crearon para que el paisano que emigraba no extrañara su lugar de origen. Pero ahora ya son pocos'. De todas formas, el directivo afirma que 'aún tienen futuro, aunque dependerá de la energía que le pongan sus dirigentes para hacerlo atractivo y atraer a la gente'.