jueves, 25 de abril de 2024

Un espacio para fomentar la participación y ayudar al futuro

Durante muchas décadas proliferaron los centros tanto en América como en Europa, por la necesidad de los emigrantes primero, de tener un espacio común de encuentro, y segundo, de encontrar un lugar que les recordara a su pueblo. Surgen así, tras los centros españoles, los de autonomías y después los de pequeñas villas. Esta última situación se da sobre todo en América. Los socios de los centros, sobre todo los del continente americano, adquieren la propiedad de esos espacios, en muchas ocasiones auténticas joyas del patrimonio.Son parte viva de la historia. Muchos ya han superado los cien años de vida y muchos están a punto de conseguirlo. La longevidad de muchos de ellos no está reñida con la reciente incorporación de otros.

Los centros no son cosa del pasado, como lo demuestran las recientes inauguraciones de algunos nuevos. La historia de estos centros, cuando, cómo y por qué fueron creados y su situación actual como potencial punto de referencia son, en la actualidad, grandes desconocidos para una gran mayoría de los españoles del exterior. Los jóvenes participantes en distintos Congresos de Descendientes reclaman conocer cómo nacieron estas sociedades y fomentar análisis sobre ellos para poder adaptarlos a los nuevos tiempos y a sus necesidades.

Entre los objetivos de La Región Internacional y la Dirección General de Ciudadanía en el Exterior están los de ejercer como notarios de una realidad cada vez más olvidada, fomentar a través del conocimiento de una realidad el acercamiento de los más jóvenes a los centros y ayudar a su permanencia en el futuro