jueves, 28 de marzo de 2024

Expertos prevén un 'nuevo choque migratorio' a mitad de década por el 'gran agujero demográfico' que arrastra España

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y codirector de publicación del Anuario de la Inmigración en España 2010, Josep Oliver, vaticina que a mediados de esta década se producirá 'un nuevo choque migratorio' porque, una vez que el mercado laboral se haya recuperado de la crisis económica, 'emergerá el gran agujero demográfico' que arrastra el país por su baja natalidad. Oliver ha hecho estas declaraciones durante la presentación del Anuario, que este año se titula 'Inmigración y Crisis Económica', en la que han participado la secretaria de Estado e Inmigración y Emigración, Anna Terrón; el también codirector de la publicación y presidente del Foro para la Integración de Inmigrantes, Joaquín Arango; y el director General de la Fundación Ortega-Marañón, Jesús Sánchez Lambás.

Según ha explicado el economista, entre los años 2009 y 2010 la población potencialmente activa inmigrante (entre 16 y 34 años) perdió 150.000 activos, cuando en el mismo periodo, la población española de estas edades se redujo en 550.000 personas, lo que, sumado a la baja natalidad, desencadenará esa nueva necesidad de trabajadores extranjeros en 2015.

Oliver señala por ello que 'de cómo se resuelva la integración' en estos momentos de crisis, dependerá que se 'hagan mejor los trabajos cuando en la segunda mitad de la década, el mercado de trabajo vuelva a necesitar una mano de obra que no va a encontrar en los jóvenes nativos que no nacieron, ni en los inmigrantes que, probablemente, habrán abandonado el país'. 'No sé de dónde van a salir esos jóvenes', ha apostillado.

Asimismo, durante su exposición, el catedrático de la UAB ha apuntado que la pérdida de empleo 'no ha sido tan dramática' en estos años de crisis entre el colectivo extranjero como entre los trabajadores españoles ya que, según ha dicho, 'un 80 por ciento de los nuevos parados' foráneos el año pasado eran personas que no habían trabajado antes, mientras que el 90% de los oriundos que se dieron de alta, sí habían perdido un empleo anterior.

Ahora, con un 'crecimiento cero' de la población potencialmente activa extranjera, las tasas de paro entre el colectivo tenderán a estabilizarse por una 'menor presión' sobre el mercado de trabajo y 'la tendencia de fondo será un aumento del peso' que los inmigrantes tienen en el mismo por esa 'progresiva pérdida de nativos' en edad de trabajar, según sus estimaciones.