miércoles, 24 de abril de 2024

Dos comisarios europeos viajan a Túnez para dar apoyo y discutir sobre inmigración

Los comisarios europeos de Política de Vecindad, Stefan Füle, y de Interior, Cecilia Malmström, debaten en Túnez para expresar el apoyo de la UE a la transición democrática en el país y abordar con sus autoridades asuntos de inmigración. El viaje se enmarca en el compromiso de cooperación fijado por los Veintisiete tras la revuelta tunecina que terminó con la caída del presidente Zine el Abidín Ben Alí, una relación que, a priori, debe traducirse en ayuda económica, facilidades comerciales y otros programas de apoyo.

'La reciente revolución trajo mucha esperanza a mucha gente, y hoy queremos garantizar a nuestros socios tunecinos el respaldo europeo a su camino hacia una sociedad abierta y democrática', señaló hoy Malmström en un comunicado.

Füle, por su parte, aseguró que la Unión Europea quiere discutir con Túnez su proyecto de reformas democráticas y ver las mejores fórmulas para apoyarlas.

'El alto nivel educativo de la población y las eficientes estructuras administrativas (en Túnez) son activos particularmente importantes. Ayudarán a asegurar una exitosa transición hacia un Estado basado en los principios democráticos, el Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos', señaló el comisario.

Al tiempo, el viaje de los representantes europeos tiene también por objetivo tratar el problema creado en los últimos meses en países como Italia por la llegada masiva de inmigrantes procedentes de Túnez.

La responsable europea de Interior aseguró que la Unión Europea 'cumplirá con sus responsabilidades dando protección internacional a aquellos que la necesitan', pero subrayó que 'también quiere asegurar que aquellos que no la requieren y que no están autorizados a quedarse en la UE puedan retornar de forma segura y digna'.

'Discutiré con el Gobierno tunecino cómo podemos aumentar la cooperación en inmigración irregular y el retorno de inmigrantes', avanzó hoy Malmström.

Al mismo tiempo, recordó el compromiso de los países europeos para 'explorar posibilidades de mejorar los contactos persona a persona', es decir, la migración regulada y el régimen de visados.

La Comisión Europea ha propuesto esa opción dentro de un amplio abanico de medidas para apoyar los cambios democráticos en Túnez y en otros países de la orilla sur del Mediterráneo.