La crisis del covid dejó ver las costuras del sistema del voto rogado en las elecciones al Parlamento de Galicia. Apenas el 1% de los ourensanos en el exterior pudo participar en los comicios, a pesar de que el 2,89% solicitó hacerlo. Los retrasos de los servicios de mensajería se sumaron a un procedimiento burocrático de por sí lento, un cóctel que afectó a numerosos países americanos, donde las restricciones y el confinamiento continúan. 

Argentina es la zona más perjudicada, ya que solo el 8% de los votos emitidos pudo llegar a tiempo para el escrutinio, realizado el pasado lunes. El país sudamericano acoge la principal colonia de ourensanos en el exterior –29.405 personas residen allí, el 29% del total–, de la que 272 solicitaron las papeletas, pero solo 23 entraron en el recuento. En el caso de Cuba, segundo país con mayor número de ourensanos (23.877), las papepeletas nunca llegaron de vuelta, pese a que 599 personas solicitaron el voto y Correos asegura que las valijas aterrizaron en capital, La Habana. De Brasil, tercer país en oriundos de la provincia, solo llegaron 15 papeletas, aunque 82 electores lo habían pedido. A Venezuela el envío no llegó, aunque 518 personas habían solicitado el voto rogado. Solo seis electores, temporalmente fuera del país latinoamericano, pudieron participar en los comicios. El escenario es similar en otros países del continente, como México, Chile o Estados Unidos –donde tampoco llegó a tiempo ningún sobre–. 

La situación de mayor apertura de los países europeos permitió que los votos aterrizasen dentro del plazo estipulado, aunque la participación también es baja. Las papeletas llegadas desde Suiza, Alemania y Francia copan el 70,76% de los sobres escrutados, aunque el número de electores fue reducido –apenas el 6% de los ourensanos que residen en cada país–.
Hasta la Audiencia Provincial llegaron antes del pasado lunes votos de 29 países, de los 97 que acogen oriundos de la provincia, según los datos del censo electoral del Instituto de Estadística Nacional (INE). Durante los próximos meses continuarán llegando al edificio los sobres que se quedaron en el limbo, fuera de plazo.