Pontón inicia junto a sus padres la carrera electoral

La candidata del BNG, Ana Pontón,  junto a sus padres Aurita y Luís.
photo_camera La candidata del BNG, Ana Pontón, junto a sus padres Aurita y Luís.
Recoge el “aprendizaje” de su hogar familiar para ser la primera presidenta

La candidata del BNG a la Presidencia de la Xunta, Ana Pontón, volvió este primer día de campaña para las elecciones gallegas del 18 de febrero a su casa natal de Chorente, en Sarria (Lugo), para recoger el “aprendizaje” que cultivó en la cocina familiar. Acompañada de su madre Aurita, quien no dudó en proclamar que su hija “valía para todo”, y de su padre Luis, ambos muy emocionados; Ana Pontón defendió el “orgullo” de sus orígenes y la importancia de “no ponerse límites” y que Galicia “tiene capacidad para hacer grandes cosas”.

Es la segunda ocasión en la que Pontón decide arrancar la carrera electoral en su hogar, con un mensaje en el que enfatizó sus “orígenes” y en una conversación con los medios que cubren su caravana electoral en la que recordó algunas pinceladas de su infancia: la libertad de la aldea o tener que compartir con sus hermanos (es la tercera de cuatro), lo que ahora ve como un “valor”. 

En 2020, en mínimos del BNG pero con una valoración como candidata en alza, Pontón inició por primera la carrera hacia las urnas en Chorente, una aldea a la que se llega pasando por una vía de tren ahora en obras por el Adif y que atraviesa la cementera de Ourol en la que trabajó su propio padre.

Pontón proclamó que hay “ganas de cambio” y “esperanza”, lo que la convertiría en la “primera presidenta” de Galicia tras seis hombres al frente de la Xunta. “Con manos libres y limpias”, apostilló, en otro momento de la charla con los medios de comunicación su madre, Aurita, quien llevó “anotado” lo que quería decir de Ana Belén Pontón Mondelo, Ana Pontón en la política, Belén en casa. “Cuando tenía 18 años si me imaginaba que podría ser candidata a la Presidencia de la Xunta, diría que no”, relató Pontón, ante la emoción y lágrimas en los ojos de su padre, quien con ello hizo quebrar también la voz de la líder nacionalista. Como hace cuatro años, Aurita intervino y volvió a pedir la confianza de los gallegos, a asegurar que de ello nadie “se arrepentirá”,y hasta gesticuló con  “meter el voto en la urna” para Ana Pontón.

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