Los emigrantes han regresado de vacaciones y lo han hecho en un número similar al que se registraba antes de la pandemia.
Concellos referentes en emigración como Avión ya constata en este mes de julio que casi triplica su población, mientras que Beariz lo duplica como era habitual cada verano antes del covid.
El alcalde de Avión, Antonio Montero, apunta que la mayoría de los emigrantes ya están en el municipio, aunque todavía seguirán llegando a lo largo de este mes de julio, por cuyo motivo calcula que podrán sobrepasar los 5.000 habitantes, cuando el número de residentes todo el año es de 1.800. Más del 90% proceden de México, aunque también los hay de Estados Unidos y unos pocos de Europa, de países como Suiza, Francia y Holanda. “El año pasado habían venido muy pocos por causa de la situación sanitaria pero este año son más de los que pensábamos inicialmente”, señala el regidor de Avión.
Los Concellos de Beariz y Avión han reforzado los servicios municipales contratando más personal
De esta forma, todo el municipio y en especial la capitalidad ha recuperado el ambiente de otros veranos con un mayor movimiento en la hostelería y establecimientos comerciales y también en las instalaciones de ocio como el pabellón de deportes, gimnasio, piscinas y playas fluviales.
Todo ello ha obligado a reforzar los servicios municipales. Así, el Concello de Avión ha contratado recientemente en torno a 12 trabajadores, entre bigadas de limpieza de los pueblos, de extinción de incendios y personal para atender las instalaciones deportivas y de ocio, además de la recogida de residuos urbanos aumentando la frecuencia y el itinerario del camión.
El alcalde de Beariz, Manuel Prado, confirmaba que duplican la población que habitualmente es de 975 personas, “sobre todo de gente joven, que en 2020 no había venido”, indica. Este Concello también acaba de contratar ocho nuevos operarios para atender las playas fluviales y las instalaciones deportivas. El regidor asegura que el 95% procede de México y también aclara que algunas familias que habían venido el pasado año se quedaron en Beariz matriculando a los niños en el colegio para evitar así las aglomeraciones de las ciudades.
La estancia suele ser bastante variable, aunque una buena parte se marcha a mediados de agosto.