Procedentes de una Colombia campesina y con muchas ganas de pertenecer, Elisabeth y Miguel Ángel, joven pareja de ying y yang, cuentan los días que les separan para obtener el permiso de residencia que les permita trabajar
Una mañana cualquiera, a las puertas del registro ourensano , hay una cola que tiene echando humo a los funcionarios. Sentados en una postura que solo menores de treinta pueden permitirse, una…
Debes estar registrado para leer este contenido
Si ya tienes una cuenta, inicia sesión
star
Podrás registrarte con tu correo. Es rápido y gratis.
¿Necesitas ayuda? Envíanos un email a [email protected].