viernes, 29 de marzo de 2024

La cifra de venezolanos en Ourense registra nuevos máximos históricos

Venezolanos en Ourense
La comunidad venezolana abarrotó por sexto año el Campo da Feira de Ourense

Los venezolanos, la comunidad foránea mayoritaria desde hace años en la provincia, celebró por sexto año seguido la tradicional Feria de la Chinita, una de las fiestas más populares de Venezuela y que sirve de prólogo a la Navidad. La población proveniente del país vino tinto y que se registra en el padrón en algún municipio ourensano creció en 4.500  personas en solo dos décadas. 

En 2002, eran 2.965 las personas nacidas en Venezuela que residían en Ourense, mientras que en este 2022 la cifra se sitúa ya en 7.467, con un crecimiento imparable que vuelve a batir otro récord. Esta cifra incluye a personas nacidas en Venezuela que tienen  nacionalidad española al ser descendientes de gallegos, pero no así a los emigrantes retornados (aquellos que se marcharon en su día a Venezuela a trabajar en el siglo XX y acabaron regresando), por lo que la cifra de personas vinculadas a aquel país se estima superior a las 10.000. 

Pese al auge de llegada de venezolanos con lazos en Galicia, también hay un bum de personas que llegan de Venezuela sin relación previa. Así lo atestigua el crecimiento de emigrantes que llegan sin nacionalidad española. Son ya 2.350 los residentes en esta situación, también máximo histórico, multiplicando por cuatro la cifra que había 20 años antes. 

Solo en la ciudad, según los cálculos del Concello de Ourense, hay ya “unos 6.000 venezolanos” en una población total de poco más de 100.000 vecinos. Aun así, la institución local precisa que “a comunidade directamente vencellada a Venezuela é aínda maior”, teniendo en cuenta los retornados.

Ourense es la provincia con mayor proporción de población venezolana de toda España y es la séptima en números absolutos con más población procedente del país caribeño. Solo provincias muy pobladas como Madrid, Barcelona, Málaga, Alicante, A Coruña y Pontevedra tienen más. 

En los últimos meses, se ha producido un nuevo auge de personas procedentes del otro lado del charco, y son ya 747 las peticiones de asilo pedidas en los 10 primeros meses del año. El problema es que se complica más. Una de cada tres se están rechazando: los dos tercios restantes se han aprobado por “razones humanitarias”. 

El presidente de Alma Llanera, Lorenzo González, explica que “muchos ciudadanos de a pie solicitan el asilo político, pero al no ser activistas, funcionarios o militares opuestos al régimen, son informadas desfavorablemente”. Eso causa problemas graves, al no poder trabajar por estar indocumentados, algo de lo que han alertado entidades como Cáritas en O Barco, que advierte de la gran cantidad de personas sin documentos, que llegan con petición de asilo y se les deniega “incluso ya trabajando”. 

Otro de los problemas endémicos en la comunidad venezolana es la homologación de estudios, ya que como alertan en Fundación Amigos de Galicia, solo en septiembre hubo una “llegada desbordante” de personas con estudios no homologados. Ahora, la comunidad confía en que el real decreto aprobado por el Gobierno el pasado 18 de octubre para agilizar los trámites para equivalencias de títulos extranjeros les dé un empujón.