miércoles, 24 de abril de 2024

La apertura de la frontera hispano-lusa, una puerta para "resucitar" el turismo

GRAFAND9959. CASTRO MARIM (FARO), 01/07/2020.- El presidente de los Municipios del Algarve Portugués, Antonio Miguel Mina (c), durante su intervención en el acto de apertura de la frontera España-Portugal en el Puente Internacional del Guadiana, ha indicado que "queríamos de la misma forma que se cerraron las fronteras de una forma abrupta, se recordara el día de hoy de forma emblemática, porque es el día en que retomamos el camino que estos dos países, estas dos regiones, estamos habituados a vivir como si fuéramos una sola región". EFE/Julián Pérez
El presidente de los Municipios del Algarve Portugués, Antonio Miguel Mina (c), durante su intervención en el acto de apertura de la frontera España-Portugal en el Puente Internacional del Guadiana. EFE/Julián Pérez

La apertura de la frontera compartida por España y Portugal después de tres meses y medio de cierre debido al COVID-19 constituye un punto de inflexión para relanzar el turismo entre ambos países, un sector con peso específico en las economías nacionales.

La importancia que España y Portugal dan a su frontera común quedó hoy de manifiesto durante el acto oficial de apertura con la asistencia de las máximas autoridades, el rey Felipe VI, el presidente luso Marcelo Rebelo de Sousa y los jefes de Gobierno de ambos países.

"Esta apertura de frontera solo tiene ventajas", dijo el primer ministro portugués, António Costa, durante la ceremonia, celebrada en Badajoz (España) y Elvas (Portugal).

"Esperamos que la frontera jamás se tenga que volver a cerrar como consecuencia de una pandemia", subrayó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

La frontera, que desde el 16 de marzo solo ha permitido el tránsito de mercancías y el paso de trabajadores transfronterizos, recuperará a partir de hoy la normalidad, aunque difícilmente alcanzará en esta temporada de verano el flujo de años anteriores.

TURISMO VS COVID

La llegada de turistas españoles a Portugal es fundamental para relanzar una actividad que representa el 16 % del producto interior bruto (PIB) luso y que se ha convertido en motor de su economía.

El pasado año, según datos del sector, el país recibió 1,1 millones de turistas españoles -el 44 % entre julio y septiembre- que gastaron unos 2.100 millones de euros, un 13 % de los ingresos totales por turismo de Portugal.

El turismo luso, sin embargo, tiene un peso limitado en el mercado español, que el pasado año recibió a cerca de 84 millones de visitantes de todo el mundo, entre ellos 2,4 millones de portugueses que gastaron unos 800 millones de euros.

Este año, según el Banco de Portugal (BdP), el gasto turístico de extranjeros en el país caerá un 60 % a causa de la pandemia de COVID-19.

En el Algarve (sur), la región más visitada, se prevé una tasa de ocupación del 30 %, "algo nunca visto con anterioridad", según el presidente de la Asociación Portuguesa de Agencias de Viaje y Turismo, Pedro Costa Ferreira.

Joao Fernandes, presidente del ente público Turismo Algarve, sin embargo, apuntaba hoy, en declaraciones a Efe, que "no hay datos que puedan predecir" la tasa de ocupación para el verano y comentó que aún tienen "buenas perspectivas".

"Sentimos que volvemos a tener vida", explicaba a Efe José Tomás Torres, concejal del municipio fronterizo de Fuentes de Oñoro (España, Salamanca), durante el acto simbólico de la apertura del paso fronterizo próximo.

Portugal intenta atraer a sus vecinos europeos, y muy especialmente a los españoles, con la marca "Clean and Safe" (Limpio y seguro) en restaurantes y establecimientos hoteleros.

Sin embargo, pese a la buena gestión de la pandemia que exhibió en sus inicios, el crecimiento de los contagios en las últimas semanas, en especial en el área de Lisboa y el Valle del Tajo -que aglutinan el 80 % de los nuevos casos-, ha prendido la alarma y ha obligado al Gobierno a retomar las restricciones a la movilidad en la región.

Un problema que ha salpicado a la imagen exterior del país, que ahora ocupa los primeros puestos de las listas de expansión de positivos en Europa.

UNA OPORTUNIDAD PARA LAS EUROCIUDADES Y EL TURISMO RURAL

Mientras destinos tradicionales de sol y playa se tambalean, la pandemia abre una oportunidad para el turismo rural y las "eurociudades" fronterizas.

Las siete eurociudades hispano-lusas confían en reflotar a partir de hoy la actividad comercial y recuperar el marchamo turístico de "dos países, un destino" paralizado desde hace tres meses.

"El cierre de fronteras ha minado las relaciones comerciales, económicas, sociales o familiares", explicó hoy a EFE el director de la eurociudad Chaves-Verín, Pablo Rivera.

Según Rivera, ahora se reactivará "la cesta de la compra transfronteriza", con el tránsito de los vecinos de uno y otro lado para realizar sus compras cotidianas.

Responsables de las eurociudades se han mostrado muy críticos en los últimos meses por el cierre de la frontera, por considerar que los Gobiernos deberían de haber buscado una solución intermedia que facilitara el flujo entre las poblaciones rayanas ,- situadas en la frontera terrestre entre España y Portugal, coloquialmente llamada como La Raya,-.

También las áreas enfocadas al turismo rural pueden beneficiarse de la crisis, como es el caso de las 27 "Aldeias do Xisto" (aldeas de pizarra) de la región Centro de Portugal, que ofrecen una alternativa para el retiro y el contacto con la naturaleza.

Si hace años los turistas querían pasar apenas un fin de semana en el interior rural luso, ahora intentan reservar para dos semanas y muchos de ellos españoles, explican a Efe desde Aldeias do Xisto.

CONTROL DE FRONTERAS

España y Portugal han reabierto su frontera diez días después del resto de las clausuradas por el COVID-19 dentro del espacio Schengen.

Pese al cierre, los cruces se han mantenido en estos tres meses y medio. Según el Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF) de Portugal, 882.948 personas ingresaron al país desde España, más de un tercio procedentes de Tui (norte) con destino a Valença.

Se denegó el ingresó a Portugal a 6.790 personas por diferentes motivos y se procedió a 37 detenciones, la mayoría relacionadas con delitos de tráfico de drogas, armas prohibidas o estancia ilegal.

El punto fronterizo más transitado fue el de Valença-Tui, con 339.000 personas, seguido de Badajoz-Elvas (136.00) y Vilar Formoso-Fuentes de Oñoro (111.000).