Después de muchos años de trabajo, esfuerzos y dedicación a una causa tan legítima de, en algunos casos, recuperar la nacionalidad española por parte de quienes la habían perdido, y en otros, la de hijos y nietos reclamando su derecho a obtener la nacionalidad española de sus padres y abuelos, la Ley de Memoria Democrática que entrará en vigor el 21 de octubre de 2022, ha causado una profunda consternación en el colectivo que estaba esperando que, por fin, y después de las limitaciones que se observaron en la Ley de Memoria Histórica, derogada con la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática, se corrigiesen con la nueva norma.
Lo insólito es que, si bien la nueva ley reconoce nuevos supuestos de acceso a la nacionalidad española, elimina otros que ya habían sido reconocidos en la anterior norma, una situación que por inesperada,y que los colectivos de descendientes de emigrantes españoles no pueden entender, ya que consideran inadmisible que la nueva ley les niegue ahora unos derechos que si se les habían reconocido en la anterior norma, ya que entienden que, al admitirse que la Ley de Memoria Histórica no había cumplido con sus objetivos, y que por ello se legisló nuevamente, la nueva norma debería mantener los avances de la anterior, e incorporar los nuevos supuestos de acceso a la nacionalidad que los legisladores estimasen oportunos.
Ante la desilusión que les ha producido ésta situación, sintiéndose engañados por los partidos políticos, y considerando una burla de la clase política a sus legítimas reivindicaciones, desde el colectivo de hijos y nietos de españoles en el exterior han enviado una nota a los partidos políticos, nota que por su interés reproduciremos a continuación.
Además de la gran desazón que les ha producido las decisiones de los partidos que han apoyado el texto que entra en vigor el 21 de octubre, desde el colectivo de descendientes españoles que reclamaban una ley de nacionalidad justa, sienten una gran decepción con el CGCEE, el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, ya que entienden que este órgano, que es el enlace y el hilo conductor entre el Gobierno, el Estado y los españoles que viven en el exterior, no ha estado a la altura en la defensa de sus derechos, y no han presentado oposición a las decisiones del Gobierno en esta materia, dejando abandonados a su suerte a miles de descendientes de emigrantes españoles que contaban con su apoyo para alcanzar el objetivo de que, igual que se hizo con los descendientes de sefardíes, reconociendo su derecho a la nacionalidad española después de 500 años, se reconocieran también, y de forma completa, los de hijos y nietos de emigrantes españoles.
No fueron pocas las reuniones que tuvieron en los últimos años, algunas de ellas presenciales, otras telemáticas, así como las negociaciones que los representantes de CEDEU mantuvieron con diferentes representantes de los partidos políticos, incluso participando en reuniones con la Comisión de Derechos Civiles y Participación del CGCEE, y por ello es muy abundante la información que al respecto hemos recogido en La Región Internacional, de la aportamos los enlaces de las más recientes o más importantes.
Lamentablemente, la emigración española tiene una carencia absoluta en materia de comunicación, que es lo que le impide tener altavoces, que no sean los medios especializados, para hacer llegar sus reivindicaciones a la sociedad española, por lo que sus reclamaciones y necesidades no ocupan ni una línea en el resto de medios de comunicación, un extremo fácilmente comprobable al ver que cuanto publican los medios de información generales de este tema, al igual que la información que distribuyen las principales agencias de noticias, solo hablan de la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática detallando novedades en cuanto a lo referido a las reparaciones relacionadas con la Guerra Civil y la posguerra, unos casos en los que la nueva ley da un tratamiento especial a los descendientes de exiliados, pero sin hacer mención alguna a los derechos de los descendientes de los miles de ciudadanos españoles que emigraron por causas económicas.
Nota enviada a los partidos políticos
ASUNTO: VAIS A DEJAR AFUERA DE LA LEY DE MEMORIA A LOS NIETOS DE VARÓN EMIGRANTE QUE MANTUVO LA NACIONALIDAD? CONSTERNACIÓN DE LOS ESPAÑOLES EN EL EXTERIOR PARA UN SUPUESTO QUE YA ESTUVO EN LA LEY DE MEMORIA DE 2007 Y QUE AHORA OS OLVIDAIS Y DEJAREIS FUERA DE LA LEY DE MEMORIA DEMOCRATICA APROBADA HACE DOS SEMANAS.
Estimados
Nos dirigimos desde la emigración para llamar la atención y expresar preocupación sobre la posibilidad que en la reciente ley de memoria democrática dejéis de lado a los nietos de emigrantes varones que mantuvieron la nacionalidad , supuesto que sí estaba incluido en la Ley de Memoria Histórica de 2007.
Queremos expresar nuestra determinación de que será una discriminación positiva el reconocer dos nuevos supuestos, reconocer nuevamente a descendientes del exilio, pero dejando atrás un supuesto que ya estaba estipulado en la ley anterior.
Las leyes en derechos deben ir para adelante, acumulando derechos y no solo habiendo parches.
Vuestro programa electoral no estipulaba esta discriminación y el exterior os está observando.
Os pedimos el esfuerzo y el compromiso político y la seriedad de inclusión del supuesto de hijos/as de originariamente españoles nacidos en el extranjero sin necesidad de exilio en la instrucción y que mantuvieron la nacionalidad, tal como estaba en la instrucción de 2007, o se haga una instrucción de interpretación temporal al artículo 20.1.b del Código civil para equiparar el derecho entre nietos/as del exilio y nietos/as de español varón nacido en España que mantuvo la nacionalidad.
El exterior os estará observando, nuestro voto vale de nuevo y esperemos que cuando se cumplen los compromisos se cumplan bien, y no un simple remiendo, dejando fuera un supuesto que ya estaba en 2007. Por favor no cometáis el error de discriminar entre supuestos que estaban en una ley anterior y de la que se debiera partir como base.
Podéis hacerlo o bien vía instrucción a la disposición adicional 8va de la ley de memoria democrática, o una instrucción temporal al artículo 20.1.b del Código Civil a la vista de que estarán los nietos de originariamente español y exiliado, para que no haya una discriminación de carácter inversa para los nietos de aquellos que conservaron su nacionalidad, haciendo algo prolijo y con la seguridad jurídica que tuvo la instrucción de la ley de 2007.