viernes, 29 de marzo de 2024

CHRISTIAN PINTO:

Una vida de “ciencia ficción” desde Holanda

Christian Pinto Holanda web
Christian Pinto en su puesto de trabajo, en la empresa holandesa ASML

El año comenzó de la mejor forma posible para el ourensano Christian Pinto, quien en enero se trasladó a los Países Bajos para trabajar en una de las empresas pioneras del mundo de la nanotecnología. La oportunidad surgió cuando estaba terminando su doctorado, por el que se encontraba en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y no dudó en cambiarse de país para dedicarse a la creación de equipos indispensables para el funcionamiento de microchips. “La tecnología que aquí se maneja parece de ciencia ficción, con muchísimo secretismo. Es algo increíble”, explica.

ASML, la empresa para la que trabaja, la conocía con anterioridad por la fama que le precede. Llegar allí para él, pese a lo que ya sabía, fue un “impacto”. “Te imaginas la complejidad que te vas a encontrar, pero una vez dentro parece ciencia ficción”, destaca. Allí dentro se topó con máquinas “gigantes” de gran tonelaje se encargan de crear piezas diminutas indispensables en el funcionamiento de aparatos tecnológicos tan cotidianos como un móvil o un ordenador. “Es probable que el teléfono que esté usando cualquier persona lleve un microchip creado con piezas de nuestros equipos”, afirma.

La nanotecnología cada vez cobra más fuerza y no solo en campos de la electrónica, también en la medicina o la biología.  Con del paso de los años cobra más importancia en la vida de las personas sin casi darse cuenta: “Los aparatos tecnológicos son parte activa de nuestros días, desde la nevera conectada a internet al coche que es completamente electrónico. El auge va a más”. Pinto lamenta que, con esta importancia, la población desconozca la funcionalidad de esta ciencia: “La gente sabe como se crea un coche, pero no un móvil que usa más”, reflexiona. A nivel educativo, también falta una visión más amplia de la ciencia para acercar a los jóvenes otros campos en los que poder desarrollar su formación desde la ESO o Bachillerato.

ESPAÑA, SIN OPORTUNIDADES

Las posibilidades en España se reducen para poder desarrollar sus conocimientos, por lo que toca hacer las maletas. “Si te dedicas a nivel académico, acabas encadenando un contrato laborar tras otro, si quieres hacerlo en una empresa privada, no está desarrollado. La única oportunidad es irte fuera”, opina. Esto lo demuestra su trayectoria, que ya cuenta con estancias en Suiza o Alemania durante su formación. “La gente se marcha y ya no que haya oportunidades o no, es que son opciones más valoradas”, reconoce.

La falta de inversión en ciencia es uno de los problemas que arrastra España, quedando patente con la llegada de la pandemia. Aunque la intención es incrementarla, el país sigue a la zaga. “Se dice que se va a invertir para que parezca que se hace algo, pero nos queda mucho para acercarnos a otros países”, opina Pinto.