El vuelo de los españoles y de los uruguayos residentes en España, quienes el lunes 1º de junio partieron hacia Madrid, no es uno más para ellos. Tampoco lo es para el comandante Vicente Alonso Fogue, al que todos llaman "Titón", quien al aterrizar puso fin a 41 años de carrera.
"Es un día muy especial. Vamos a llevar un avión completo de Iberia a casa a repatriar gente que está deseando volver a España y creo que va a hacer un lujo el poder hacer esta misión", cuenta a Efe en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, ubicado a las afueras de Montevideo, apenas minutos antes del despegue.
Allí, 288 personas se subieron a un avión que despegó a las 14.15 horas (17.15 GMT) y los dejará en su residencia habitual, algo que deseaban concretar desde mediados de marzo, cuando Uruguay cerró sus fronteras por la emergencia sanitaria debida a la llegada del COVID-19.
UN CIERRE AGRIDULCE
"Agridulce". Así define Alonso Fogue el cierre de su carrera, por la cantidad de "sensaciones" y "vivencias" ocurridas a lo largo de 41 años dentro de los aeroplanos.
"La sensación es que me siento con ganas y fuerza como para poder seguir volando, pero todo tiene su límite y llegó", asevera quien deja ver su tristeza -incluso se emociona al hablar de ello- por tener que ponerle un punto final a la profesión que ama.
Ahora, de la misma manera que el periodista o el escritor nunca pueden separarse de su pluma, o que el contador jamás abandona los números, el comandante destaca que va a seguir ligado a todo lo que tenga que ver con vuelos.
"Yo me dedicaré a lo que comencé con 16 años, que es a hacer vuelos sin motor, a seguir trabajando con una fundación de ayuda que tenemos los pilotos españoles dentro del sindicato (SEPLA) y a hacer el bien por donde podamos", cuenta.
Además, aprovecha para resaltar qué es lo mejor que se lleva para poner en el baúl de sus recuerdos.
"Yo creo que lo mejor es toda la gente maravillosa que he podido ir conociendo a lo largo de todos estos años, las tripulaciones, personal de tierra, personal de vuelo, el equipo que forma una compañía que es fundamental, es lo mejor. Iberia es un gran equipo", puntualiza.
TIEMPO PARA LA FAMILIA
Sin viajes frecuentes, ahora "Titón" tendrá mucho tiempo para disfrutar con su familia, que ya se comunicó con él para mostrarle lo que sienten en este momento.
"Me acaban de llamar mis hijos llorando y me van a hacer llorar a mí: 'Es una cosa que vosotros sabíais que iba a llegar y el que menos quería que llegase era yo. Vosotros estáis deseando que yo disfrute de este momento y lo voy a hacer'", cuenta sobre la conversación que mantuvo antes de llegar a la principal terminal aérea de un país por el que siente mucho amor.
"Es mi último vuelo después de 41 años y estoy contento de que sea aquí, en Uruguay, un país que adoro y amo", apostilla y agrega: "Siempre fue un país que nos acogió de maravilla, con una sensación de estar dentro y cerca de España".
VOLVER A VOLAR
Cuando se jubile, el comandante piensa seguir viajando, aunque esta vez le tocará hacerlo como pasajero. Por ello, avisa bromeando sobre que cuando lo haga se sentirá "muy molesto" y dirá a sus colegas las cosas que hacen mal.
"El viajar siempre me ha encantado y poder seguir viajando va a ser bonito", concluye.
Al terminar, parte caminando hacia la nave a la que llegará tras sacarse varias fotos junto a su equipo y de dejar un claro mensaje: "Viva Iberia, viva España y viva Uruguay".