viernes, 26 de abril de 2024

Sergio Toledo: “En Cuba, la Medalla de la Emigración fue muy aplaudida. La emigración en la isla fue muy fuerte y aún lo es ”

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Sergio M. Toledo Bueno, presidente de la Asociación Rosalía de Castro de Cuba (entidad integrante de la Comisión Delegada del Consello de Comunidades Galegas), figuró entre los 14 representantes de la diáspora gallega que recientemente recibieron en el Parlamento de Galicia, de manos de su presidente, Miguel Santalices, la Medalla que la institución concedió este año a la emigración gallega. 

El Sr. Sergio M. Toledo Bueno recibió esta alta condecoración, expresando:  

“Esta recepción implica más compromiso para con Galicia y sus gentes. La territorial y la emigrante.” “En nuestro caso representamos a los pocos naturales y si muchos descendientes de gallegos residentes en la República de Cuba. A los que hemos defendido y defenderemos siempre en cualquier reunión o encuentro con las autoridades tanto gallegas, españolas o cubanas”. 

No solo por este último reconocimiento recibido sino por haber visto crecer a este representante de la Comunidad Gallega en la Cuba de hoy es que tengo la obligación de hacerle una entrevista que robará parte de su valioso tiempo en función de gallegos y descendientes, en fin, españoles residentes en la mayor de las Antillas. Y comienzo con la primera pregunta.

Desearía explicaras como llegaste a ser presidentes de la Sociedad Cultural Rosalía de Castro y Federación de Sociedades Gallegas de Cuba.

Cuando asumí la presidencia de la Sociedad Cultural Rosalía de Castro, por mi mente nunca pasó que algún día ostentaría la presidencia de la Federación de Sociedades Gallegas de Cuba. Esto surgió cuando el orensano D. Antonio Cougil Fernández felicitó por haber sido electo como titular de esta asociación gallega que lleva el nombre de la excelsa poetisa galaica Da. Rosalía de Castro de Murguía. Ese día estuvimos hablando mucho, y fue donde fui interiorizando la grandeza de ese gallego y sus ideas, también lo que era la Federación de Sociedades Gallegas de Cuba, aglutinadora de 46 asociaciones gallegas, muchas de ellas con un siglo y más de fundadas en La Habana. Nuestra amistad se consolidó de tal manera que nos encontrábamos diariamente, recogía experiencias tenidas por él y también en lo posible ayudaba en sus proyectos. En uno de esos encuentros propuso asumiera la vicepresidencia de la Federación de Sociedades Gallegas de Cuba. Me sorprendió e inicialmente dije que no podía, pero con sus sinceras palabras me convenció y asumí el reto.

¿Cuál fue tu primer pensamiento al recibir esta alta condecoración otorgada, como lo es sin duda, la Medalla del Parlamento de Galicia 2019?

El propio presidente del Parlamento gallego llama a mi oficina y lo comunica. Al inicio por la emoción no entendí bien; minutos después comprendí el gran significado de este reconocimiento, el tercero que recibo ya que el primero lo recibí de manos del presidente de Galicia, D. Alberto Núñez Feijóo en el 2013 y el segundo por él mismo en 2016. Mi primer pensamiento al recibirlo en tierras gallegas fue que era para la Federación de Sociedades Gallegas de Cuba y era por el trabajo realizado por los pocos gallegos y si muchos descendientes residentes en la República de Cuba.  

Conozco que atender esta asociación y además ser el titular de la Federación de Sociedades Gallegas de Cuba no ha sido tarea fácil. ¿Cómo repartes tu tiempo con tantas responsabilidades?

Cierto. Es poco el tiempo que tengo ya que siempre estamos enfrascados en proyectos y tareas a cumplir. Tengo un buen equipo de trabajo que laboran en la Oficina Delegada de la Xunta de Galicia en Cuba, en el otrora Muy Ilustre Centro Gallego de La Habana y otro en la Sociedad Rosalía de Castro de Murguía, pero cuando hay que cumplir tareas de inmediatas respuestas se unen. Son personas con deseos de hacer las cosas bien y satisface colaborar con gallegos y descendientes solicitantes de información o asesoramiento. En fin, tienen un gran sentido del deber. Soy exigente tal vez en exceso al no aceptar ‘no se puede’ sin llegar al extremismo. 

Observo que todos los presidentes y directivos de sociedades gallegas cariñosamente te nombran Sergito. ¿Será por tu entera nobleza y carisma?  ¿No te molesta después de recibir tantas felicitaciones y reconocimientos de los gobiernos gallegos y central?

En Galicia, en Cuba y otros lugares me llaman comúnmente Sergito. A mi complace porque lo hacen con cariño. No soy un ser humano de guardar distancia.  Siempre he tratado y trataré de escuchar y ayudar en lo posible a cualquiera que viene a mi oficina. 

Quisiera ilustraras que es lo que puede estar limitando acuerdo a tus observaciones la participación de los jóvenes a las actividades, que son muchas programadas e integrar las juntas directivas tan importante para mantener la memoria histórica y no desaparezcan las asociaciones galaicas fundadas hace más de un siglo.

Los presidentes y directivos deben ir renovando poco a poco sus Juntas Directivas dándole la oportunidad a las nuevas generaciones, claro, con la experiencia acumulada de los mayores. Por ejemplo, en la Sociedad Cultural Rosalía de Castro el 90% de la Junta Directiva son jóvenes y más del 50% mujeres. 

Deseas enviar un mensaje a presidentes, directivos y asociados de las sociedades aglutinadas en la Federación de Sociedades Gallegas de Cuba que presides. Esta puede ser buena ocasión.

Quisiera que los presidentes y directivos que dirigen actualmente las 46 asociaciones afiliadas a la Federación de Sociedades Gallegas de Cuba interioricen la responsabilidad que tenemos para con nuestros antecesores quienes en tiempos difíciles crearon estos colectivos asociativos, algunos de ellos con más de 100 años de historia. Recordar que no podemos perder la memoria histórica y la Galleguidad presente en suelo cubano. El secretario general de Emigración gallego está haciendo un gran esfuerzo por consolidar la cultura e historia galaicas no solo en Cuba sino también en otros muchas de las 137 naciones en todo el mundo donde reside algún compatriota según estudio realizado y anunciado por el presidente gallego D. Alberto Núñez Feijóo en la entrega de las Medallas de la Emigración otorgadas por el Parlamento Gallego a 14 representantes de la diáspora gallega.