viernes, 29 de marzo de 2024

Portugal no exigirá test a trabajadores transfronterizos ni recuperados

CALVOS DE RANDÍN (OURENSE), 04/06/2020.- Entre Calvos de Randín (Ourense), conocido como el congelador de Galicia por sus bajas temperaturas, y Tourém, una freguesía portuguesa del ayuntamiento de Montalegre, se han disipado las fronteras que impuso la pandemia. Solamente los lunes y jueves, durante cuatro horas. En la imagen, un tractor cruza la frontera hispano-lusa en Calvos de Randín (Ourense). EFE/Brais Lorenzo
Archivo. Frontera entre Calvos de Randín (Ourense), y Tourém, una freguesía portuguesa del ayuntamiento de Montalegrel. EFE/Brais Lorenzo

Agencia EFE

El Gobierno de Portugal no va a exigir a los trabajadores transfronterizos ni a las personas que pasaron la covid-19 en los últimos seis meses que presenten un test con resultado negativo para poder entrar en el país por vía terrestre.

Estas dos excepciones figuran en un informe publicado este lunes en el Diario de la República, en el que se identifica como trabajadores transfronterizos a aquellos que "ejercen su actividad profesional regular a hasta 30 kilómetros de la frontera".

También están eximidos de test los trabajadores de servicios esenciales, como transportes, emergencia y socorro, seguridad y servicios de urgencia y los menores de 12 años.

Las personas que pasaron el coronavirus en los últimos seis meses tendrán que presentar el certificado digital de recuperación.

El resto de ciudadanos -incluidos los que tienen certificado de vacunación- que procedan de países de riesgo elevado -rojo o rojo oscuro en el mapa del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC)- deben presentar un test con resultado negativo a partir de este 1 de diciembre.

La medida estará en vigor hasta el 9 de enero, según el documento.

Son válidas las pruebas PCR realizadas en las 72 horas previas y los test de antígenos en las 48 horas previas.

Los controles en las fronteras terrestres serán aleatorios, pero las personas que no cumplan con estas medidas pueden quedar sujetas a multas de entre 300 y 800 euros y tendrán que realizarse un test donde les sea indicado por las autoridades.

En los controles se verificarán sobre todo vehículos procedentes de países terceros o de fuera del espacio Schengen o que procedan de territorios de riesgo elevado.

Según el Gobierno portugués, la llegada de la variante ómicron "impone la adopción de medidas restrictivas para prevenir su diseminación e intentar evitar el agravamiento de la situación epidemiológica".

Portugal, que se encuentra en medio de su quinta ola, ya ha confirmado 13 casos de esta nueva variante.

El Gobierno decretó a partir de este miércoles y hasta el 20 de marzo el estado de calamidad, con medidas de control como la obligación de presentar certificado digital y/o test negativo para acceder a determinados establecimientos y servicios.

En las fronteras aéreas será obligatorio presentar un test negativo para todos los pasajeros, también los vacunados.