jueves, 25 de abril de 2024

José Mateos: Inventos alemanes

José Mateos Mariscal
José Mateos Mariscal

EL PLANEADOR - APRENDIENDO DE LOS GORRIONES Y LAS PALOMAS

Gracias a su investigación revolucionaria sobre alas artificiales y a sus hábiles trabajos manuales, Otto Lilienthal se convirtió en 1894 en el primer volador en la historia de la humanidad con su planeador. En 1896, murió trágicamente durante un vuelo de prueba. Los hermanos Wright en los Estados Unidos estudiaron detalladamente sus diseños de alas y los condujo a su desarrollo del aeroplano motorizado.

Otto Lilienthal, b¡nacido en Anklam, (1848 - Berlín, 1896). Ingeniero alemán, pionero de la ingeniería aeronáutica, considerado un visionario del mundo de la aviación. En su afán por dotar a los humanos de la facultad de volar, Lilienthal intentó con todos los medios a su alcance imitar el vuelo de la aves.

Otto Lilienthal en 1888

El deseo de volar surgió en Lilienthal siendo apenas un niño, cuando cursaba estudios primarios en su ciudad natal. Allí tuvo como profesor entre los años 1856 y 1864 a Gustav Spörer, un renombrado astrónomo germano que le enseñó los primeros rudimentos sobre el vuelo de las aves y sobre las matemáticas. La decisión de dedicarse a la invención de aparatos voladores ya la tenía tomada en el año 1864, cuando se matriculó en la Escuela Técnica regional de Potsdam, donde permaneció hasta el año 1866.

En ese mismo año se incorporó a la compañía Schwartzkopf de Berlín, en la que pudo poner en práctica, por primera vez, sus conocimientos de ingeniería técnica. Su ansia de conocimiento hizo que decidiese ampliar sus estudios en la Real Academia Técnica de Berlín (1867-1870). Durante su aprendizaje en dicha institución realizó sus primeros experimentos sobre las bases físicas del vuelo humano y logró publicar los resultados de los mismos en un libro aparecido en el año 1889.
 

Vida y obra de los hermanos Grimm Jacob (1785-1863) y Wilhelm Grimm (1786 - 1859)

Los hermanos nacieron en la localidad de Hanau, estado de Hesse-Kassel, actual Alemania, aunque vivieron casi toda su infancia en la cercana Steinau. La muerte de su padre en 1796 empobreció a la familia y afectó a los hermanos durante años. Estudiaron en la Universidad de Marburgo, donde comenzaron su tarea vital de investigar la historia antigua de la literatura y el idioma alemán, incluidos los cuentos populares. El auge del Romanticismo durante el siglo XVIII había revivido el interés por la tradición de los cuentos orales, que en opinión de los Grimm y sus colegas representaban una forma pura de la cultura y la literatura nacionales. Los hermanos establecieron una metodología para coleccionar y registrar por escrito historias populares que se convirtió en la base de los estudios del folclore. Entre la primera edición de 1812-1815 y la séptima y última de 1857, los Grimm revisaron su colección numerosas veces y la aumentaron de 157 a más de 200 cuentos. Además de recopilar y publicar estos cuentos, los hermanos reunieron leyendas alemanas. Individualmente, publicaron una gran cantidad de estudios lingüísticos y literarios, mientras que en colaboración comenzaron a trabajar en un ambicioso diccionario histórico alemán, el Deutsches Wörterbuch, que dejaron incompleto a su muerte. Por ello, están considerados entre los fundadores de la filología alemana.​ La ley de Grimm (1822), sobre un fenómeno de la evolución de las lenguas germánicas, recibe su nombre de Jacob Grimm.

Recogían historias de los lugareños, además de estudiar la lengua y su uso. Interrogaban a la gente, les pedían que buceasen en su memoria en busca de los cuentos que les contaban de pequeños, y tomaban notas inmediatamente.
La labor de los hermanos Grimm no se limitó a recopilar historias, sino que se extendió también a la docencia y la investigación del lenguaje. Además de sus cuentos para niños, los Grimm también son conocidos por su obra Diccionario alemán, un diccionario en 33 tomos con etimologías y ejemplos de uso del léxico alemán, que no fue concluido hasta 1960.

Estos cuentos pasaron hace mucho tiempo a ser patrimonio universal. Caperucita Roja, Juan sin miedo, La Cenicienta, Blanca Nieves y los siete enanos, La oca de oro, Hansel y Gretel, El Sastrecillo Valiente o Los tres pelos del diablo son los más conocidos de los más de 200 cuentos recopilados por estos hermanos que vivieron y trabajaron más de 30 años.

Wilhelm sería el primero en fallecer, muriendo en Berlín a los 73 años, el 16 de diciembre de 1859. Cuatro años después, el 20 de septiembre de 1863, Jacob fallecería también en la capital alemana. Tenía 78 años.

Jose Mateos Mariscal