"Hoy es una noche histórica. No por nosotros, sino porque se ha terminado una forma de hacer política y comienza otra", Estas han sido las primeras palabras del nuevo presidente de la Argentina, Javier Milei, que se hizo de rogar. En su versión más institucional, y en un tono menos histriónico del que suele utilizar, pronunciaba su primer discurso tras haber ganado las elecciones con un 57% de los votos.

Su primer compromiso fue asegurar que desde mañana se pondrá "a trabajar", para sacar a Argentina del pozo. Anunció que va a cumplir a rajatabla los compromisos adquiridos, (en relación a la deuda). Agradeció al presidente Macri - a quien ya se le sitúa a su lado en el Gobierno - y la señora Bullrich por defender el cambio desinteresadamente. Pidió respeto a la propiedad privada y comercio libre y dijo que el modelo de la decadencia ha llegado a su fin. Todo eso, en un breve lapso de tiempo y en medio la euforia que vive la calle.

También se mostró integrador, como nunca hasta ahora. "Quiero decirle a todos los políticos, a todos aquellos que quieran sumarse, y unirse a la libertad, serán bienvenidos. No importa lo que piensen. En definitiva, siempre que decidan unirse al cambio serán bien recibidos", para a renglón seguido pedirle al Gobierno que se haga cargo de su responsabilidad hasta el final de su mandato.

Reconoció, como ha venido haciendo hasta ahora, que el país atraviesa una crisis brutal. "Tenemos problemas muy graves. A pesar de los problemas enormes del país, Argentina tiene futuro si ese futuro es liberal". La situación de nuestro país es crítica, los cambios que necesita este país son drásticos. No hay lugar para tibiezas, dijo.

Finalmente, con su ya tradicional con su grito de guerra: ¡Viva la libertad carajo!, hasta en 3 ocasiones, Javier Milei hizo una llamada al festejar la victoria. 

Uno de los primeros en felicitar a Milei ha sido el presidente de VOX, Santiago Abascal, apenas unos minutos después  de conocerse su victoria.