viernes, 29 de marzo de 2024

Francia vincula el repunte epidémico en España con la apertura de fronteras

Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) no lograron este viernes cerrar un acuerdo sobre la reapertura de sus fronteras externas ante la pandemia del nuevo coronavirus por las discrepancias en torno a la lista de países cuyos nacionales podrán volver a viajar a territorio comunitario. EFE/Javier Etxezarreta/Archivo
Frontera franco-española. EFE/Javier Etxezarreta/Archivo

Agencia EFE

El portavoz del Gobierno francés, Gabriel Attal, vinculó el repunte epidémico en España y Portugal con la apertura de las fronteras más prematura en esos dos países, en particular con el Reino Unido donde se está produciendo una explosión de casos a causa de la variante delta.

España y Portugal "son países que habían relajado las reglas en las fronteras, en particular con el Reino Unido, mucho más pronto que nosotros", señaló Attal en una entrevista a la emisora France Inter, antes de hacer notar que eso se le había reprochado a su Ejecutivo.

Se jactó de que "Francia tiene un marco de restricciones en sus fronteras que es uno de los más firmes de Europa", basado en la clasificación de los países con colores en función del riesgo que se les atribuye.

Eso se traduce en que para viajar a Francia desde muchos países de fuera de la Unión Europea hay que guardar cuarentena, en algunos casos bajo control de las autoridades y si se incumple el aislamiento el infractor se expone a multas de 1.000 euros.

Para entrar en Francia desde el Reino Unido, hay que disponer de un certificado de vacunación y en ese caso hay que presentar además un test negativo (PCR o de antígenos).

Los que no están vacunados no pueden viajar a Francia salvo si cuentan con un "motivo imperioso" que puedan justificar. En ese caso, habrán de probar un test negativo antes de viajar, someterse a otro al llegar a Francia y comprometerse a guardar una cuarentena de siete días.

Preguntado sobre la posibilidad de impedir la entrada de viajeros desde España o Portugal, el portavoz del Gobierno francés no quiso responder directamente. Se escudó en que ahora ya es imprescindible disponer de un certificado sanitario que prueba que se está vacunado o se dispone de un test negativo.

Sobre todo, insistió en que "tenemos uno de los marcos más restrictivos en Europa".

Attal, como el domingo lo hizo el ministro de Sanidad, Olivier Véran, reconoció que la llegada de una nueva ola epidémica a Francia a finales de julio "es una posibilidad" a la vista de la expansión de la variante delta, más contagiosa, cuya presencia se duplica cada semana y ya supone más del 30 % de los nuevos contagios.

Esa hipótesis -dijo- es particularmente verosímil cuando se ve lo que está ocurriendo en otros países europeos como el Reino Unido, Portugal, Rusia o España.

"En Cataluña, en Barcelona -hizo notar- hay una explosión de casos desde hace unos días".

En Francia, la incidencia de la covid han dejado de bajar desde hace cinco días e incluso reputan. El sábado se registraron más de 3.000, algo que no ocurría desde hacía varios días. Y el domingo incluso aumentaron muy ligeramente los enfermos de covid hospitalizados.