Agencia EFE
El Gobierno español envió a Tailandia un cargamento de vacunas contra la covid-19 vendidas a precio de coste para ayudar a las autoridades del país a paliar su escasez de suministro.
Se trata de parte de un montante de 2,7 millones de vacunas de la farmacéutica estadounidense Pfizer y más de 614.000 de la suecobritánica AstraZeneca que las autoridades españolas han decidido vender a coste de precio a Tailandia, indicaron a Efe fuentes diplomáticas.
Tailandia fue uno de los países que mejor respondió a la pandemia con una política temprana de cierre de fronteras y restricciones, pero la variante delta del coronavirus desbarató esta estrategia este año con un incremento exponencial de los casos.
El país asiático acumula más de 1,69 millones de contagios, incluidos más de 17.000 muertos, y ha inoculado hasta el momento al 30 por ciento de su población, principalmente con vacunas Sinovac de fabricación china y AstraZeneca.
El mes pasado, España también anunció la venta de 250.000 dosis de Pfizer a Nueva Zelanda a coste de precio.
Por otra parte, las autoridades españolas también prevén donar 22,5 millones de vacunas a países con problemas de suministro, de las que al menos 7,5 millones se destinarán a países Latinoamericanos.
Las donaciones se canalizan a través de COVAX, la iniciativa liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Alianza de Vacunas (GAVI, en sus siglas en inglés) y la Coalición para la Innovación en la Preparación contra Epidemias (CEPI, siglas en inglés).
La ONU y la OMS presentaron el pasado 7 de octubre un plan para vacunar al 40 % de la población mundial antes de que termine el año con miras a que a mediados de 2022 el 70 % del mundo esté vacunado, la tasa mínima de inmunidad colectiva.
Este objetivo implica que los países ricos cumplan sus promesas de donaciones de dosis y aceptar que las farmacéuticas con las que tienen contratos firmados atiendan primero a otros países más necesitados.
Hasta el momento se han administrado 6.400 dosis contra la covid-19, pero existe una gran desigualdad porque los países ricos y de ingresos medios acaparan el 75 % de las vacunas utilizadas.
Por otro lado, en otros 56 países del mundo se ha vacunado a menos del 10 % de la población y en una buena parte de África Subsahariana a menos del 5 %.