sábado, 20 de abril de 2024

España apoya el derecho de protesta en Cuba y la excarcelación de manifestantes

HAB01 LA HABANA (CUBA) 01/04/2020.- El embajador de España en La Habana, Juan Fernández Trigo, habla con Efe este miércoles 01 de abril del 2020, donde explicó que prácticamente todos los turistas que han querido volver a España ya lo han hecho, y puso como ejemplo las más de 300 plazas que quedaron libres en los tres últimos vuelos de Iberia entre la capital cubana y Madrid. La mayor parte de los 815 turistas españoles que aún quedan en Cuba ha decidido permanecer en la isla debido a sus vínculos familiares o sentimentales en este país, por lo que pese al cierre total de fronteras que entra en vigor mañana jueves, no se puede considerar que se encuentren "varados". EFE/ Ernesto Mastrascusa
Juan Fernández Trigo en su época de embajador de España en La Habana. Archivo. EFE/ Ernesto Mastrascusa

Agencia EFE

El secretario de Estado español para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo, mostró en Roma su preocupación por la situación en Cuba, defendió el derecho a manifestarse y pidió la libertad de quienes permanecen encarcelados desde julio en la isla caribeña.

"Me preocupa ciertamente que exista un anuncio de manifestaciones, que se han solicitado al gobierno, y que la reacción del gobierno cubano, de momento, no haya sido todo lo positiva que cabría esperar", sostuvo en declaraciones a Efe quien fuera embajador de España en Cuba entre 2018 y 2020 sobre la prevista marcha opositora del 15 de noviembre, que ha sido calificada por el Ejecutivo cubano de "ilícita".

El secretario de Estado recordó que ya en julio el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, señaló que "era importante el reconocimiento del derecho de manifestación" y opinó que es "importante que haya esa apertura, esa flexibilización por parte de las autoridades de Cuba".

Preguntado por la situación de los detenidos en las protestas de julio, Fernández Trigo sostuvo que "deberían estar en libertad".

También se pronunció sobre la inquietud mostrada recientemente por tres relatores de Naciones Unidas sobre las regulaciones de las telecomunicaciones en Cuba, que entre otras cosas establecen varios delitos de ciberseguridad.

"Uno de los grandes avances que ha tenido la sociedad cubana ha sido la posibilidad de utilizar internet y tener acceso a los medios de comunicación, a las redes sociales. Creo que es importante, que no se olvide, que la gente tiene derecho a la comunicación, a la libertad de expresión, y sería importante que se restablezcan cuanto antes las libertades de comunicación que existían hasta hace poco en la sociedad cubana", destacó.

No entró en detalles sobre la situación de la ex fiscal general de Venezuela Luisa Ortega Díaz, muy crítica con el Ejecutivo venezolano y que ha pedido protección internacional al Gobierno de España, aunque sí expresó su deseo de que el Ejecutivo venezolano y la oposición retomen de nuevo la mesa de negociación en México, actualmente suspendida.

El secretario de Estado español participó este martes en Roma en la X Conferencia Italia-América Latina y el Caribe, y habló sobre la situación de la población en el continente latinoamericano tras la pandemia.

Destacó que "el 40 % de la población de América Latina está sin ninguna protección social" y que durante la pandemia "sus sistemas sanitarios no han podido responder adecuadamente, su seguridad social en muchos lugares era inexistentes", y numerosos trabajadores despedidos no pudieron tener acceso a ayudas al desempleo como las que sí se dieron en países como España.

"Lo que nos ha enseñado esta pandemia es que la población tiene que ser asistida. América Latina necesita más Estado, más protección social, menos tasas de informalidad y de la solidaridad internacional", dijo.

Lamentó que América Latina tiene el 8 % de la población del mundo y "ha aportado el 33 % de los muertos por pandemia", y que su producto interior bruto (PIB) medio ha registrado una reducción del 7 %, una situación que demuestra que la región requiere un cambio, desde dentro, pero también desde las instituciones financieras internacionales, que deben abandonar "esa idea de que solamente los más pobres necesitan de ayuda internacional".