viernes, 29 de marzo de 2024

ERA PATRONO DE HONOR DEL ARCHIVO DE INDIANOS DE COLOMBRES, ASTURIAS

Fallece en La Habana el historiador Eusebio Leal Splenger

AME5461. LA HABANA (CUBA), 31/07/2020.- Fotografía de archivo del 12 de noviembre de 2018, del historiador cubano Eusebio Leal durante un acto en La Habana (Cuba). Eusebio Leal Spengler, el Historiador de La Habana, fallecido este viernes a los 77 años, pasará a la posteridad por su tenaz empeño en restaurar y devolver a la vida el bello centro histórico de la capital cubana, una obra compleja a la que dedicó más de 40 años y de la que alcanzó a ver los frutos. Títulos como los de doctor en Ciencias Históricas y Maestro en Ciencias Arqueológicas y en Estudios sobre América Latina y el Caribe, director del Museo de la Ciudad y de la Oficina del Historiador de La Habana, a los que se suman varios reconocimientos como Honoris Causa de universidades cubanas y extranjeras avalaron su extraordinaria labor intelectual de décadas. EFE/ Ernesto Mastrascusa ARCHIVO
Fotografía de archivo del 12 de noviembre de 2018, del historiador cubano Eusebio Leal durante un acto en La Habana (Cuba). EFE/ Ernesto Mastrascusa ARCHIVO

En la capital de todos los cubanos sin excepción fallece uno de los hombres que más amó a La Habana, como lo fue sin duda don Eusebio Leal Splengler.

Amante de lo bello y lo antiguo también lo moderno fue defensor a ultranza mediante la palabra y la acción las bondades que ofrecía La Habana, en especial La Habana Vieja bastante olvidada a la que dedicó alma, corazón y vida.

La Habana Vieja antes de llegar este gran hombre de letras e historia no era lo que es hoy, con sus magnas restauraciones desde una simple casa hasta los castillos construidos por los españoles durante los siglos que estuvo la mayor de las Antillas bajo el dominio colonial.

Don. Eusebio Leal Spengler y su magnífica oratoria franca y entendible llegó al más humilde trabajador hasta los grandes hombres de letras y gubernamentales, a los que solicitó rescatar su amada Habana Vieja en ruinas. 

Desde que tomara el mando como capital de un barco a punto de hundirse, como lo fue y en parte lo es La Habana Vieja cambió un 100 por ciento lo que llamamos El Caso Histórico, donde se pueden apreciar los cambios no solo de sus edificaciones sino también de los pobladores que la habitan. Es necesario destacar que en muchos casos mientras se restauraba lo que era una cuartería insalubre tenía un espacio con todas las comunidades para sus moradores, y cuando era posible volvían a sus residencias.

Recuerdo cuando en el año 2008 la Federación de Sociedades Españolas de Cuba entregara junto a la inigualable danzarina Da. Alicia Alonso, directora del Ballet Nacional de Cuba y el intelectual y presidente por años de la Unión de Escritores y Artistas cubano, don Miguel Barnet, escritor del archi famoso libro ‘Gallego’ acompañados de la profesora y directora de cuerpos de bailes folclóricos hispanos en Cuba Da. Martha B. Eguzquiza.  En ese glorioso acto celebrado en la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba como de costumbre los homenajeados decidieron fuera él quien trasladara el agradecimiento por tan digno reconocimiento. 

Otro glorioso instante compartido con la Comunidad hispana de La Habana fue la develación de la tarja dedicada al ilustre periodista, escritor y poeta nacido en Celanova, Ourense, Galicia, España, don Manuel Curros Enríquez. Allí estuvo junto al Secretario General de Emigración gallego Antonio Rodríguez Miranda y el entonces embajador del Reino de España y los presidentes de las Federaciones españolas, gallegas y asturianas. En ese bello momento don. Eusebio expresó: “ Doy la bienvenida a esta linda delegación que nos llega de Galicia, y que trae tantos recuerdos a mi memoria de la visita del presidente, el ilustre amigo, gran amigo de Cuba, y de sus acompañantes en aquel momento, Doctor Manuel Fraga Iribarne”.

Asimismo, agradeció por “los símbolos de Galicia que en su momento hemos colocado en La Habana, en memoria de aquella emigración que está presente en la sangre y en la cultura de nuestro país, el Cruceiro que marca las cuatro calles en la Plaza de San Francisco, y los versos de Rosalía a las puertas del Café de Oriente”. “Y que este ir y venir de Galicia y Cuba, este ir y venir de los pueblos intramontanos, de aquellos valles floridos, de aquellas tierra húmedas a Cuba, nos evoca una hermandad que, como decía, se funda en la sangre, en la palabra, y también si hablamos de Curros, en la poesía. Murió aquí, tempranamente, murió en momentos trascendentales para la historia de España y de Cuba; vivió intensamente el sentimiento de una ciudad donde por vez primera se cantó el Himno Gallego en el mundo, en el Gran Teatro; de una ciudad donde por primera vez apareció en la prensa el periódico gallego, en la calle O’Reilly; y todo eso nos permite ir comprendiendo por qué se emplea el gentilicio de ‘gallego’ que no es deshonroso ni peyorativo, sino amatorio, para todos los españoles”, apuntó el historiador.

Bello su léxico como hermoso fue todo su andar La Habana caminando como un hombre sencillo, que en las verdes y las maduras estuvo allí donde creyó más necesario.

Son muchos los méritos y reconocimientos recibidos de muchos países, también de su Cuba que no enumero pues no estaría de acuerdo. Solo quiero terminar como hiciera en los pasados días al despedir a otro gran historiador habanero don Rolando Aniceto Ramos: "Hay personas que luchan mucho, y son buenas. Hay personas que luchan durante años, esas son mejores. Pero hay personas que luchan toda la vida, esas son imprescindibles".