Los Consulados de España en Ecuador han asistido durante la última semana a un total de 130 españoles que se encontraban en situación de "dificultad, riesgo o bloqueo", tras las protestas iniciadas el pasado 1 de octubre en el país.
Fuentes diplomáticas han explicado a Europa Press que se han realizado 3.500 llamadas telefónicas a los españoles que se encontraban en Ecuador, y han recibido unas 2.600 de personas que demandaban información.
Desde que el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, diese a conocer el "paquetazo" de ajustes económicos pactado con el FMI a cambio de una inyección de 4.200 millones de dólares, se han producido protestas protagonizadas por los indígenas con la participación de sindicatos y estudiantes.
El personal de los Consulados dedicado a esta crisis -- una veintena de personas-- ha empleado las redes sociales para mantener el contacto con los españoles, lo que ha supuesto la publicación de 98 mensajes en la red social Twitter, el envío de más de 10.000 whatsapps y de más de 90.000 correos electrónicos a "toda la colonia".
Durante estos días "no habido que lamentar ni víctimas ni daños" entre los españoles en Ecuador. "La totalidad de los casos se han resuelto favorablemente y en tiempos ajustados a pesar de las dificultades por las que ha atravesado el país", han apuntado las mismas fuentes.
Asimismo, los Consulados han colaborado con diferentes aerolíneas, empresas de vehículos y compañías de transporte para "ayudar" a cambiar cerca de 40 billetes de avión y una treintena de pasajes dentro de Ecuador.
INICIO DE DIÁLOGO ENTRE GOBIERNO Y MANIFESTANTES
El pasado domingo, el Gobierno ecuatoriano y los manifestantes iniciaron un diálogo, bajo los auspicios de la ONU y la Conferencia Episcopal, en el que el Ejecutivo se comprometió a dar marcha atrás en su medida más polémica, la eliminación de los subsidios al combustible, y los manifestantes a poner fin a las protestas.
Moreno derogó el decreto 883 el lunes y accedió a negociar con los indígenas los nuevos ajustes económicos, para lo cual debían reunirse este martes, aunque la sesión se pospuso, según han informado los mediadores, por razones que no han trascendido.
En este contexto, el presidente ecuatoriano ha acusado directamente a su antecesor en el cargo y antiguo aliado, Rafael Correa, así como a sus socios, entre ellos el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de orquestar las protestas para derrocar a su Gobierno en un "golpe de Estado", algo que ambos han negado.