El otrora Muy Ilustre Centro Gallego de la Habana devenido después de la incautación en 1961 por el actual gobierno cubano, primero en la Sociedad de Amistad Cubano Española (SACE), Liceo de La Habana Vieja, Teatro Federico García Lorca y en nuestros días Gran Teatro ‘Alicia Alonso’ sirvió de escenario para la celebración de la FIESTA NACIONAL DE ESPAÑA.

Al pie de la magistral escalera de este castillo ecléctico construidos por los gallegos en la capital de todos los cubanos sin excepción dieron la más cordial bienvenida, el embajador, cónsul, ministra consejera y representante militar de la sede diplomática española en la margarita de los mares como nombrara el marino coruñés; quien realizara el primer bojeo al archipiélago cubano, y nombrara Puerto Carena a la actual San Cristóbal de La Habana en 1509, capitán Sebastián Ocampo.

Después de escuchado los himnos de Cuba y España interpretados por la banda de gaitas de las Sociedades Gallegas de Cuba. El Excmo. Sr. Juan Fernández Trigo, embajador del Reino de España en la mayor de las Antillas; expresó sus más sinceras gracias a las autoridades cubanas, miembros de federaciones, agrupaciones y asociaciones ibéricas fundadas en Cuba, la mayoría con más de un siglo de historia. También agradeció la presencia del cuerpo diplomático y empresariado español.

En su alocución señaló: << Hoy no es suficientemente decir que se cumple otro aniversario de nuestra llegada a América, que hace mucho tiempo que arribamos a las costas del Caribe. Hoy todo eso se queda corto incluso decir que dentro de muy pocos días se cumplirán 500 años de la fundación de San Cristóbal de La Habana, no refleja con suficiente contundencia todo lo que nos ha acaecido a españoles y cubanos durante todo este tiempo.>> y continuó diciendo << Esta villa que tanto supuso para presencia de mi país en América, no ha dejado de evocar los aires de España que respiró durante 400 años y que todavía hoy huele con añoranza y con cariño. Los españoles no acabamos de creernos que fundamos La Habana, porque es una ciudad demasiado bonita y si algún defecto tenemos es el de la poca fe que en nuestras propias obras. Pero claro que contribuimos a crear este lugar que cautiva la atención de quienes escuchan las dos palabras que lo definen.>> muy emocionado también expresó << Cuando yo era niño y oía a mi abuelo pronunciar La Habana, me quedaba fascinado por el sónico mágico de algo que todavía no era capaz de entender.>> <<Lo que prueba nuestro amor incondicional por esta ciudad. Nunca nos desentendimos en la restauración de sus heridas, y por eso fundamos nuestra escuela taller. España y sus ciudades autónomas están muy presentes en las calles de La Habana.  Sé que puedo hablar así porque ningún cubano me puede ver como un gallego pretencioso hablando de glorias pasadas. Ni siquiera Eusebio –historiador de La Habana– que tiene títulos sobrados para hacerme callar. Puede que yo sea el embajador de un país extranjero, pero nunca de un país extraño. Así ha sido nuestra presencia en Cuba, ininterrumpida.

Si en el siglo XIX no supimos conservar a Cuba en estos últimos 120 años hemos conseguido detenerla en nuestros corazones y creo que los cubanos sienten lo mismo hacia España. Hoy proclamamos nuestros afectos que han sobrevivido a tres guerras por la independencia a nacionalizaciones revolucionarias, a posiciones comunes y a trifulcas propias de una familia bien avenida. Nuestra solidad con Cuba ha sido genuina nunca oportunista. La emigración española de finales del XIX y principios del XX, el exilio tras la guerra civil española y la presencia de empresarios españoles han cimentado un modo de permanecer en Cuba.>>

Para concluir dijo en extremo emocionado: << A Cuba volvimos un día para salir de pobres, pero nos compartamos con decencia y con respeto hacia lo cubano; sin resentimientos, sin envidias y ahí está la figura entrañable del español en el inconsciente colectivo cubano, trabajador, bonachón, un poco bruto a la forma de expresarse, pero apreciado en sus virtudes. En una palabra, querido.>>

Señalo que después del buffet protocolar, el grupo de gaitas interpretaron jotas y muñeiras, algo que sorprendió a todos, máxime cuando muchos comenzaron a danzar y gritar ‘Ey carballeira.’

Otro año más celebramos la venida de los españoles a esta parte del mundo llama América. Esperemos pues con ansias celebrar la próxima FIESTA NACIONAL DE ESPAÑA en esta isla caribeña donde muchos españoles formaron familia y enviaron remesas a los que quedaron en la Península.