Nieves Elena Morán es leonesa, una leonesa nacida en la Argentina, hija de un emigrante de Portilla de Luna y nieta, en la rama materna, de una leonesa de Cimanes del Tejar y de un leonés de Valdesamario.
Es una escritora con una vasta trayectoria. Mencionamos algunos de los reconocimientos que recibió: Segundo premio en el II Certamen de Relatos Cortos en Canales-La Magdalena, León, España, agosto 2012; Segundo premio en el Concurso Literario de la Peña de Escritores Pinamarenses, Argentina, noviembre 2012; Mención especial, III Concurso Literario "Cuentos de mar y río", Club Naval, Montevideo, Uruguay, Julio 2013; Primeros premios, año 2019 y 2020 en el Concurso Internacional de Cuentos Cortos del Centro Vasco Francés; Finalista Concurso de Relatos "Carmen Martín Gaite", El Boalo, Madrid, 2019; III Certamen de Relatos "Calechos de Babia y Luna", 2020, siendo la primera vez que se premia con la publicación de la obra a una autora americana; IV Certamen de Relatos "Calechos de Babia y Luna", 2021.
Ha publicado los libros: "Las alas del río", relatos, 2011, "Ojos negros, ojos azules", cuentos, 2013, "Magdalena", novela, 2014, "Miradas y Decires", libro digital, 2018, y el que nos ocupa: "Entre el vivir y el soñar", un relato aparecido hace muy poco tiempo en el que, "Al llegar la noche, los personajes que componen la 'Exposición de Atuendos Populares Leoneses" cobran vida y los ríos de la fantasía corren por las salas del antiguo Consistorio de la Plaza de las Palomas".
Ha escrito relatos de viajes, los cuales aparecieron en el diario La Nación entre 2015 y 2020, y trabajos publicados en diversas antologías: "Metamorfosis", "Murmullos en el papel", "Letras Argentinas 2013", "Soria, un viaje compartido", entre otras. También es autora de relatos publicados en la Revista "Esta Tierra", Teruel, España, 2019-2022; colaboradora en la revista de La Casa de La Danza, Logroño, España, 2023; colaboradora en el programa radial "Encuentro de Culturas" desde 2019, y creadora de "Arte y Relato Cortísimo", serie de relatos ilustrados con obras de arte publicados en las redes sociales Facebook e Instagram, desde 2020.
Quienes la conocemos, sabemos bien de su pasión por la tierra de sus mayores, y del ahínco con que se documenta para poder crear obras tan bellas como bien fundamentadas.
Siempre está presente en ella el legado ancestral. Lo vemos en la dedicatoria: "A mis padres y a mis abuelos. A mis hijas y a mi nieta Olivia, ramas de ese árbol primero. A Carlos, mi esposo, por apoyar mis aventuras con las palabras escritas. A los inmigrantes que trajeron consigo un océano de voces, costumbres y enseñanzas con los que regaron mi patria, la República Argentina. Al Centro Región Leonesa de Ayuda Mutua de Buenos Aires".
Y aparece también en los agradecimientos: "A los entrañables amigos leoneses que me hicieron conocer los lugares donde comenzó a escribirse mi propia historia. Sin la compañía de Ana María González Rabanal, Yolanda González López, Coral Muñoz González, Julio Álvarez González y el recordado José María Gómez de la Torre, este relato no hubiese sido escrito.
A Margarita Álvarez Rodríguez, por brindarme su amistad, honrarme con el magnífico prólogo y animarme a seguir adelante.
A Myriam Chirousse, por sus cálidos mensajes plenos de aliento y sabiduría.
A Javier Emperador, dueño de casa en la Exposición de Atuendos Populares Leoneses (León, 2016) por su buena disposición para explicarme con detalle su valioso acervo etnográfico.
A Manuela Álvarez González por tender los puentes que me llevaron a la gentil colaboración de Marta Ferreras, de la Asociación Cultural Aguzo, quien llenó de música estas páginas.
Mis gracias a Elías Valcárcel Quiñones, María Laura Casanueva, Juanita Domingo de Mallo, Liliana Montiel y Juan Manuel Gomila, por haber leído y comentado los primeros pasos de este relato.
A Maite Yugueros, por sus explicaciones sobre el trabajo de las mujeres en el León de antaño.
A todos los autores que he leído para responder a mis preguntas. A quienes lean estas páginas, mis muchas gracias".
Nos reunimos en el Centro Vasco Francés de la Ciudad de Buenos Aires para celebrar la edición de su nuevo libro, titulado así recordando un verso de Antonio Machado. La presentación estuvo a cargo de Rosa Isabel Misciagna, integrante de la Comisión Directiva y de la Subcomisión de Cultura de la institución anfitriona.
Acompañaron a la escritora la Vicepresidente del Centro Region Leonesa de Buenos Aires, Liliana Fuentes Astorga, la leonesa Pilar Llanos, colegas, amigos y socios de varias asociaciones de la colectividad española.
A la autora y su obra se refirió María Laura Casanueva, Doctora en Arqueología, y Licenciada y Profesora en Ciencias Antropológicas, títulos otorgados por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. La investigadora obtuvo, en el marco de su Doctorado, la Beca AUIP (Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado) de Movilidad Internacional 2012/2013, para concretar un intercambio académico con la Universidad de Valladolid, España. Además fue responsable, desde al año 2005 al 2014, del Proyecto “Arqueología del Sector Centro Meridional del Partido de Patagones” (Universidad de Buenos Aires y Municipalidad de Patagones).
También se refirió a estas páginas, en el prólogo, la filóloga Margarita Alvarez Rodriguez, quien escribió en Madrid, a principios de este año: "Es un placer para mí que la autora de este relato, Nieves Elena Morán, haya contado conmigo para prologarlo. Más de 10.000 kilómetros nos separan físicamente, sin embargo, hay unas raíces invisibles, unos hilos afectivos que nos unen: el amor por León (España), la colaboración con una Casa o Centro leonés en el lugar donde vivimos, el interés por escrutar el mundo que nos rodea buscando fuentes de belleza... Y nuestro amor por la palabra" .
Recomienda la lectura de esta obra: "El relato, Entre el vivir y el soñar, es una bellísima recreación de un León de ahora y de antes. Es un relato ficticio que no solo entretiene al lector, sino que, al mismo tiempo, es como un breve tratado de etnografía. Y todo en él está contado con un enorme amor y delicadeza que afloran en cada una de las páginas del texto".
Escuchemos ahora a Nieves Morán:
"Ha llegado la hora de decir adiós a los personajes que me acompañaron en este viaje. A ellos me han atado los invisibles hilos de mi propio origen puesto que soy hija del río Luna, de la bella Omaña y del Orbigo.
¿Qué misterios envuelven la vida de las personas que dejaron sus lugares de origen para buscar otro destino? Sus descendientes nos hacemos preguntas con la misma intensidad y pasión con la que ellos se preguntaban hacia dónde iban.
Mi padre y mis abuelos cruzaron el océano en esa búsqueda para recalar en estas playas. Traían con ellos, estoy segura, sus días en el pueblo, sus inviernos crudos, los veranos con algún tiempo de gozo en medio de las labores de la tierra, sus noches...
La lectura, primero, y los recuerdos maternos, más tarde, fueron armando el puzle del pasado. Y las circunstancias que me permitieron conocer lugares y personas. ¿Imaginan ustedes, lectores, qué sentimientos nublan la vista y embriagan la sangre cuando se ven por primera vez los prados, las casas, los caños donde sigue brotando el agua de la vida, cuando se recogen unas piedras y un puñado de hojas que, aunque secas ya, tienen el perfume de la tierra ancestral? Tal vez no pueden imaginarlo, siquiera. Puedo decirles sin rubores que es una preciosa sensación de plenitud que me hubiese gustado compartir con mis hijas, las ramas de ese árbol primero.
¿Soy, acaso, hija del río Luna, de la bella Omaña y del río Órbigo? Si, lo soy, porque no se puede acallar la voz de la sangre".
Y así como no se puede acallar la voz de la sangre, tampoco se puede acallar el llamado del arte. Uniendo tradición y literatura, surge esta obra que, abrevando en el acervo cultural español, lo recrea con un aporte original, pleno de imágenes y colores.
María González Rouco
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