viernes, 29 de marzo de 2024

Ourense: Avión llora por el asesinato del nieto de unos emigrantes en México

<p> Vivienda familiar de Gustavo Cota, en el pueblo de Couso (Avión). </p>
Vivienda familiar de Gustavo Cota, en el pueblo de Couso (Avión).

Sabela Pinal - La Región

Un menor de 12 años con raíces ourensanas fallecía el sábado a consecuencia de los disparos que recibió en su casa de Tenancingo, en México. Hugo Carvajal Cota es nieto de un matrimonio de Avión, Marisol y Gustavo Cota, que en el momento de la muerte se encontraban en este municipio, en su vivienda familiar de la localidad de Couso.

Además del fallecimiento del niño, su madre, María del Mar Cota, resultó gravemente herida por las balas, por lo que permanece ingresada en el hospital de la ciudad en donde residen, a unos 15 minutos de la Ciudad de México.

Los abuelos de Hugo recibieron una llamada de la asistenta, pasadas las 20,30 horas del pasado sábado, quien llevaba muchos años prestando servicio a la familia en México. La trabajadora había ido a limpiar el domicilio cuando se encontró con que nadie le abría la puerta por lo que después de insistir empezó a preocuparse y llamó a los abuelos, que en ese momento se encontraban acompañados por una vecina, María Morgade, que narraba ayer muy conmocionada cómo se habían sucedido los hechos.

Los abuelos avisaron a la policía, que accedía al interior de la vivienda, encontrando al niño muerto, supuestamente a consecuencia de al menos dos disparos en la cabeza, y a la madre gravemente herida. “Fomos á misa das cinco da tarde e ao pouco de chegar a miña casa chamoume Gustavo para que fora con eles. Estiven alí na súa casa e sobre as 20,30 horas, cando xa volvía para a miña, foi cando recibiron a chamada”, indica Morgade.

Los abuelos salían de Avión poco tiempo después hacia el aeropuerto de Vigo. María Morgade afirma que “despois da traxedia quedeime moi preocupada por se tiñan un accidente na estrada debido ao estado no que se atopaban. Unha prima chamoume máis tarde avisando de que xa estaban en Madrid”.

Esta vecina del pueblo de Couso no dejaba de repetir: “É unha desgracia tan grande, porque a nai con tiros na cabeza quedou viva de milagro”, con lágrimas en los ojos y explicando que también había viajado a México el hermano de María del Mar, procedente desde Madrid. “Tamén me dixeron que a nai a van a trasladar a outro hospital”, matiza María Morgade.

El marido de María, ya fallecido, era primo de la familia, por cuyo motivo mantiene lazos muy estrechos con ellos. “Dixéronme que o van a incinerar e traer para Couso, aínda que non sabemos cando será”. Marisol y Gustavo pasan largas temporadas entre Avión, en donde tienen familiares, y también en Vigo, porque allí residen los padres de ella, que necesitan cuidados especiales por enfermedad. Por eso viajan a menudo, ya que continúan atendiendo sus negocios al otro lado del Atlántico. El matrimonio de emigrantes lleva muchos años en México y Hugo ya nació en ese país. “Eles veñen moito pero ao neno só o coñezo polas fotos, e eu sempre lle mandaba chocolates”, explica María.

Llamadas

El teléfono de María no paraba de sonar en el día de ayer, con llamadas de primos, amigos y vecinos interesándose por lo ocurrido y por el estado en el que se encuentra la herida. Por el momento, aseguraba esta vecina que desconoce lo que pudo haber ocurrido, solamente que el niño ha muerto por disparos y que la madre está viva. La muerte del muchacho causó una gran conmoción en todo el municipio de Avión.

El lugar de Couso, una localidad ejemplo de la Galicia más despoblada

La localidad de Couso es un claro ejemplo de la Galicia despoblada. Aunque hay numerosas casas, muchas de ellas en buen estado, solamente dos están ocupadas, una de ellas por María Morgade y su hijo. Los jóvenes abandonaron el lugar en busca de nuevas oportunidades, emigrando fundamentalmente a México; y los que se quedaron, según recuerda María, han ido falleciendo. Aunque Avión casi triplica la población durante los veranos con el regreso de los emigrantes con motivo de las vacaciones, en Couso “xa non veñen tantos como antes”, matiza esta vecina. Primero fue la situación económica, señala, y ahora, “por causa da pandemia, son poucos os que volven”.