jueves, 25 de abril de 2024

Ocho veces Nadal en París

Ferrer y Nadal, con el trofeo de subcampeón y campeón (Foto: Ian Langsdon)
Rafa Nadal ganó su octavo Roland Garros y se convirtió en el primer tenista que se adjudica tantas ediciones de un mismo Grand Slam tras vencer sin concesiones en la final a David Ferrer, 6-3, 6-2 y 6-3 en dos horas y cuarto. Es el duodécimo grande que logra el tenista mallorquín, de apenas 27 años, que además suma su victoria número 59 en Roland Garros, lo que le convierte en el tenista que más acumula en este torneo, por delante del argentino Guillermo Vilas. Con este triunfo, además, Nadal empata con el australiano Roy Emerson en número de grandes ganados, sólo superado por los 17 del suizo Federer y los 14 del estadounidense Sampras. Es también el único que ha ganado al menos un Grand Slam en nueve años consecutivos.
Nadal dominó de principio a fin la cuarta final totalmente española de un torneo que cumple 112 ediciones y levantó la decimosexta Copa de los Mosqueteros con acento español. El balear se convierte en el indiscutible rey de París, un torneo que ha controlado desde que lo ganó por primera vez en el 2005 con mano de hierro en los últimos años (sólo cedió ante el sueco Soderling en el año 2009).
Nadal no deja lugar a la contestación. Acabó en un épico partido con Djokovic en semifinales y en la final se deshizo de un Ferrer que llegaba pletórico, sin haber perdido un set. A la hora de la verdad, ni el número uno del mundo ni el rocoso alicantino, que comparecía con un expediente inmaculado, pudieron con la determinación del mallorquín.
Como en su séptimo Roland Garros, el año pasado ante Djokovic, la lluvia tuvo su protagonismo, aunque en esta ocasión no obligó a suspender el partido. Fue un factor más en un encuentro en el que Nadal demostró su superioridad frente al de Jávea.
Todos los indicadores previos estaban en contra de Ferrer y en esta ocasión la realidad no contradijo a la estadística.
Hacía ocho años que Ferrer había conseguido su única victoria sobre tierra batida contra Nadal, en 2004 en Stuttgart. Desde entonces, sólo triunfos del manacorense.
Ferrer aguantó el partido cinco juegos, en los que Nadal le rompió un servicio pero enseguida lo recuperó. Pero a partir del 3-2 a favor del levantino, el partido fue todo del mallorquín, que se apuntó siete juegos consecutivos, cerró la primera magna (6-3) y dejó encarrilada la segunda (3-0).
El bote alto de la bola se convirtió en un suplicio para Ferrer, que echó de menos algún golpe ganador más, más opciones para crearle problemas a un Nadal que sólo por momentos dejó muestras de su mejor nivel.
En ese momento apareció la lluvia y el tenis liftado de Nadal perdió algo de eficacia. Pero tampoco pareció beneficiarle mucho a Ferrer, que únicamente pudo sumar dos juegos.
Además de por la lluvia, en esa manga hubo incidentes provocados por manifestantes contra la legalización del matrimonio homosexual en Francia. El más grave se produjo cuando un espectador semidesnudo saltó a la pista con una bengala, lo que obligó a intervenir a las fuerzas de seguridad del estadio.
Con dos mangas abajo, el partido se convirtió en un calvario para Ferrer, que llegó a perder 2-0 en el tercero.
El levantino reaccionó, rompió el saque de su rival y alargó el partido. Pero Nadal no estaba dispuesto a que la final se prolongara. Sabía que tenía a su rival contra las cuerdas y quiso acelerar el triunfo.
Volvió a romper en el octavo juego y dispuso de su servicio para ganar el partido, una opción que no desperdició.

'Era impensable'
'Nadie pensaba que llegaríamos aquí, era impensable', reconoció Toni Nadal, su tío y entrenador, que consideró esta victoria en Roland Garros como 'la más especial junto con la primera' porque parecía más lejos que nunca a causa de la lesión.
Pero desde su retorno ha sido el mejor tenista del mundo. Ha jugado nueve torneos y ha ganado siete y disputado dos finales. Sólo ha perdido dos partidos, la final de Viña del Mar contra el argentino Zeballos y la de Montecarlo contra Djokovic. En medio, las victorias en los Masters 1.000 de Indian Wells, Madrid y Roma y los torneos de Sao Paulo, Acapulco y Barcelona.