06/06/2013
08:49 h.
Nokav Djokovic y Rafael Nadal, el número uno del mundo y el mejor tenista sobre tierra batida,se enfrentarán mañana en semifinales de Roland Garros, tras vencer en tres sets sus respectivos duelos de cuartos de final. Djokovic ganó al alemán Tommy Haas por 6-3, 7-6(5) y 7-5, mientras que Nadal se deshizo del suizo Stanislas Wawrinka por 6-2, 6-3, 6-1.
Será el duelo más esperado de esta edición del Grand Slam de tierra batida, avanzado por los caprichos del sorteo pero que todo el mundo considera la final adelantada, dada la distancia existente entre estos dos jugadores y los otros dos semifinalistas, David Ferrer y Jo-Wilfried Tsonga.
El Nadal-Djokovic es un clásico en Roland Garros, que se ha registrado cuatro veces, siempre con victoria del español, en la final del año pasado, las semifinales de 2007 y 2008 y los cuartos de final de 2006.
El mallorquín tiene también ventaja en tierra batida, donde sólo ha perdido tres duelos contra Djokovic de los 15 que han disputado. Pero el serbio cuenta con la confianza que le da haber conseguido el último éxito, el de la final del pasado torneo de Montecarlo, disputada hace mes y medio en una de las pistas preferidas de Nadal.
El español ha ido en este Roland Garros de menos a más. Empezó mal, cedió los primeros dos sets de los dos primeros partidos y su juego parecía anquilosado, despistado entre críticas a la organización y suspensiones de partidos por la lluvia.
En octavos, contra el japonés Kei Nishikori, elevó el nivel y ayer frente Wawrinka hizo 'el mejor partido del torneo', según sus palabras.
Djokovic ha tenido un camino más placentero hasta las semifinales. Sólo ha perdido un set, frente Kohlschreiber en cuartos, y su nivel ha sido elevado.
Frente a Haas, que se había metido en cuartos a sus 35 años, Djokovic sólo tuvo que imponer su superioridad. El alemán cedió la primera maga, se aferró a la segunda, que se le escapó en un igualado juego de desempate, y acabó atenazado por la presión dejando escapar la última.
Ahora, el balcánico tratará de batir a Nadal y conquistar Roland Garros, título que le falta para ser el octavo hombre que colecciona los cuatro Grand Slam.n
Será el duelo más esperado de esta edición del Grand Slam de tierra batida, avanzado por los caprichos del sorteo pero que todo el mundo considera la final adelantada, dada la distancia existente entre estos dos jugadores y los otros dos semifinalistas, David Ferrer y Jo-Wilfried Tsonga.
El Nadal-Djokovic es un clásico en Roland Garros, que se ha registrado cuatro veces, siempre con victoria del español, en la final del año pasado, las semifinales de 2007 y 2008 y los cuartos de final de 2006.
El mallorquín tiene también ventaja en tierra batida, donde sólo ha perdido tres duelos contra Djokovic de los 15 que han disputado. Pero el serbio cuenta con la confianza que le da haber conseguido el último éxito, el de la final del pasado torneo de Montecarlo, disputada hace mes y medio en una de las pistas preferidas de Nadal.
El español ha ido en este Roland Garros de menos a más. Empezó mal, cedió los primeros dos sets de los dos primeros partidos y su juego parecía anquilosado, despistado entre críticas a la organización y suspensiones de partidos por la lluvia.
En octavos, contra el japonés Kei Nishikori, elevó el nivel y ayer frente Wawrinka hizo 'el mejor partido del torneo', según sus palabras.
Djokovic ha tenido un camino más placentero hasta las semifinales. Sólo ha perdido un set, frente Kohlschreiber en cuartos, y su nivel ha sido elevado.
Frente a Haas, que se había metido en cuartos a sus 35 años, Djokovic sólo tuvo que imponer su superioridad. El alemán cedió la primera maga, se aferró a la segunda, que se le escapó en un igualado juego de desempate, y acabó atenazado por la presión dejando escapar la última.
Ahora, el balcánico tratará de batir a Nadal y conquistar Roland Garros, título que le falta para ser el octavo hombre que colecciona los cuatro Grand Slam.n