Un total de cien familias que perdieron sus viviendas en el incendio de Campanar solicitaron al ayuntamiento de Valencia poder reubicarse en el inmueble del barrio de Safranar, un edificio de nueva construcción de 131 pisos que el consistorio puso a su disposición y que compró por derecho de tanteo hace unos meses con el objetivo de destinarlo al alquiler asequible.
Según apuntó la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, en atención a los medios en una visita a este edificio, donde se están ultimando los detalles, hay “un centenar de peticiones” de los afectados para reubicarse en estas viviendas, que tienen dos y tres habitaciones, y a las que empezaron a trasladarse ayer. En este caso se dará prioridad para el traslado a las familias con niños -hay diez menores alojados con sus familiares en el hotel al que se trasladaron los afectados ya desde el mismo jueves-, que serán las primeras en llegar, al igual que personas con movilidad reducida y dependientes.
“Hemos trabajado los últimos días de forma totalmente eficiente, rápida, como hemos podido, para, de alguna manera, dotarlas de todas las necesidades básicas de una familia”, indicó Catalá a los medios, que agradeció públicamente la ayuda y la colaboración de muchas empresas que aportaron los últimos detalles para amueblar y dotar de lo necesario a los pisos.
La alcaldesa recalcó que se irá trabajando “de forma individualizada con estas familias” que se trasladarán a Safranar, y estudiando cada contexto, situación económica y de necesidad para priorizar. En todo caso, recalcó que es “un alivio saber que van a estar en un entorno de normalidad” y “una alegría encontrar tanta solidaridad de tantas empresas que nos han ayudado”. Inicialmente se pusieron un plazo de tres meses para residir en estos inmuebles, que será “prorrogable”, remarcó la alcaldesa, que hizo hincapié en que “ninguno se va a quedar en una situación de un día para otro sin atención”.
