jueves, 28 de marzo de 2024

I PLENO DEL VII MANDATO DEL CGCEE

La senadora de Foro, Rosa Dominguez de Posada, asistió al inicio del Pleno del CGCEE

Rosa con Ildefonso de la Campa
Rosa Dominguez de Posada departiendo con el director general de Emigración, Ildefonso de la Campa

La senadora Rosa Dominguez de Posaba mantenía esta mañana un breve encuentro con los consejeros de la emigración española que se reúnen durante hoy lunes y mañana martes en Madrid, en el I Pleno del VII Mandato del Consejo General de la Ciudadanía en el Exterior, órgano dependiente del Ministerio de Economía y Empleo y que reelegía en el transcurso de esta mañana, por 58 votos a favor, 1 en contra y 12 en blanco, al asturiano con residencia en Veracruz, Eduardo Dizy.

Rosa Dominguez de Posada tuvo ocasión de departir durante unos minutos con el nuevo presidente acerca de los asuntos que preocupan al colectivo de emigrantes: como la supresión  del voto rogado, el reconocimiento de la nacionalidad a los casos excluidos en sucesivas leyes, la fiscalidad de los retornados y en especial de los jubilados de Venezuela a los que el gobierno no paga sus pensiones desde hace año y medio. 

Rosa con Eduardo Dizy

Otro de los encuentros que mantuvo la senadora fue con el director general de Emigración, Ildefonso de la Campa, que se interesó por la moción sobre Nacionalidad que el próximo 4 de julio se debatirá a instancias de Foro en el Senado. 

Otro de sus interlocutores fue el consejero por Argentina, José María Vila Alen, presidente de la Casa Galicia de Buenos Aires y de la Federación de Asociaciones Españolas en Argentina, quien se mostró de acuerdo con el contenido de la moción que incluye a los  nietos de abuela española, puesto que las mujeres no transmitían la nacionalidad hasta la entrada en vigor de la Constitución de 1978.

Rosa con José María Vila Alén

A los hijos mayores de edad de, a quienes les fue concedida la nacionalidad española a través de la disposición adicional séptima de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, al resultar que hay unos hijos que son españoles y otros no, según fuesen menores o mayores de edad al momento de su entrada en vigencia. También a los nietos de españoles nacionalizados en el país de acogida para poder conseguir un trabajo en dicho país del extranjero.Y finalmente a los nietos que, ostentando su nacionalidad, perdieron la misma sin renuncia expresa por no ratificar la nacionalidad al cumplir la mayoría de edad.