jueves, 28 de marzo de 2024

Cataluña aprueba sus primeros presupuestos desde 2017 aunque nacen desfasados

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Parlamento de Cataluña. Foto de Archivo
El Parlamento de Cataluña ha aprobado los primeros presupuestos de la Generalitat desde 2017, gracias al aval de JxCat, ERC y Catalunya en Comú Podem, si bien las cuentas nacen desfasadas por la crisis del coronavirus, por lo que ahora habrá que realizar ajustes para adaptarlas a la situación.

Pasadas las 22.00 horas, en una maratoniana votación en un pleno de formato reducido -16 diputados votaban presencialmente, 93 por delegación y otros 25 lo hacían por vía telemática-, el Parlament ha aprobado el proyecto que el Govern acordó con los comunes, cuya abstención ha servido para validar el grueso del articulado.

Los comunes han logrado además que fuese aprobada una enmienda suya para destinar un millón de euros más a la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo: tras dos empates en las votaciones, el PPC ha dado su apoyo a la propuesta y ha permitido su aprobación.

En su intervención en el pleno, el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, ha reconocido que cuando se empezó a elaborar el proyecto "hace seis meses" no había alarma por el coronavirus y, por lo tanto, habrá que "reorientar" las cuentas para adaptarlas a las necesidades generadas por la crisis, pero aun así cree que son "mejores" que el presupuesto prorrogado de 2017, el año del referéndum ilegal del 1-O.

El conseller de Economía y Hacienda ha loado la "responsabilidad" de los comunes al facilitar la aprobación de los presupuestos, que permiten al Govern contar con 3.000 millones de euros más, y ha recriminado a PSC y CUP su posición "inmovilista y conservadora".

Aragonès ha apelado a toda la oposición a abrirse a "grandes consensos" para hacer posible un "gran acuerdo a nivel nacional para la reconstrucción" tras los estragos causados por el coronavirus.

Además, ha pedido al Ejecutivo de Pedro Sánchez que ayude a la Generalitat con "transferencias" de recursos, y no con "préstamos" con intereses, de cara a la fase de reconstrucción.

En la misma línea, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, había admitido, en la sesión de control, que los presupuestos "no bastan" para hacer frente al coste sanitario que está generando la crisis del coronavirus, de manera que harán falta "transferencias directas del Estado, y no préstamos".

"Necesitamos tener un Estado a favor, que el Gobierno español juegue a favor", ha insistido Torra, partidario de que esta "crisis la pague el Estado", es decir, el conjunto de "administraciones".

Ciudadanos, que llevó los presupuestos al Consejo de Garantías Estatutarias y que reclamaba un nuevo proyecto, ha denunciado a través de su diputado José María Cano que estas cuentas "son un viaje al pasado" y resultan aún "menos útiles" tras la crisis.

También la diputada del PSC Alicia Romero ha arremetido contra unos presupuestos "estériles" que no servirán para dar respuesta a las necesidades sobrevenidas por la crisis de la COVID-19, aunque ha tendido la mano para consensuar las modificaciones necesarias.

Quienes sí han apoyado las cuentas, junto con JxCat y ERC, han sido los comunes, cuya líder parlamentaria, Jéssica Albiach, ha argumentado que convenía aprobarlas al ser "la mejor herramienta" para construir un plan de choque ante la actual crisis.

Más crítica se ha mostrado la diputada de la CUP Maria Sirvent, que ha denunciado que los presupuestos son "caducos", suponen "una nueva condena a las clases populares" y priorizan el pago de la deuda a los bancos.

El diputado del PPC Santi Rodríguez ha advertido de que los presupuestos diseñados por el Govern no sirven para afrontar la crisis, por lo que ha pedido que se modifiquen siguiendo la receta "más política social, impulso de la economía y menos procés".

Por su parte, el diputado de Vox en el Congreso por Barcelona Ignacio Garriga ha denunciado en un comunicado que estas cuentas "priman la agenda separatista sobre la seguridad sanitaria".