viernes, 29 de marzo de 2024

El PP gobernará por primera vez en democracia en Castilla-La Mancha tras 28 años de gobiernos socialistas

Cospedal en plena celebración por los resultados de ayer.
'Es un día histórico para Castilla-La Mancha', ha proclamado con ojos llorosos su futura presidenta regional al ver el mapa de la comunidad teñido de azul gracias al empuje de la provincia de Guadalajara, en la que, como pronosticaron los sondeos, el PP obtuvo la ventaja suficiente para romper el empate. Cospedal será la segunda mujer que presida una comunidad autónoma en España después de una jornada electoral en la que, con el 99,5% de los sufragios escrutados, el PP ha ganado al PSOE por 55.000 votos (561.799 a 506.872) y casi cinco puntos de diferencia y ha logrado su primera mayoría absoluta tras seis de José Bono y una de Barreda. Cuando José María Barreda ha llamado por teléfono a Cospedal y ha comparecido para reconocer que el PP había ganado claramente las elecciones, el escrutinio arrojaba un contundente 28-21 para el PP, pero, poco a poco, el margen se ha ido estrechando hasta el inamovible 25-24.

La candidata del PP será presidenta de Castilla-La Mancha gracias al voto de Guadalajara, donde el PP ha sacado al PSOE más de 15.000 votos y 12 puntos de diferencia, con lo que ha obtenido cinco escaños de los ocho que estaban en juego.

De ese modo, ha enjugado la ventaja socialista en Ciudad Real, la única provincia que elegía un número impar de diputados y en la que, como también anunciaron los sondeos, el PSOE ha ganado por un escaso margen de 800 votos.

El PP ha vencido por 24.000 votos en Toledo, 15.000 en Albacete y 600 en Cuenca, pero en ninguna de esas circunscripciones ha logrado romper el empate en escaños.

Cospedal, quien de momento compaginará su cargo de presidenta regional con el de secretaria general del PP, ha comparecido ante los medios primero y ante los suyos después visiblemente emocionada para después quedarse con su equipo más próximo siguiendo el final del escrutinio.

La futura presidenta de Castilla-La Mancha ha afirmado que el de hoy es un día histórico para la comunidad autónoma, pues se ha consumado el cambio, y ha prometido dejarse la piel por los castellanomanchegos, en especial por aquellos que peor lo están pasando y, sobre todo, por los desempleados.

Cospedal ha tendido la mano al PSOE para colaborar en ese esfuerzo y, tras reconocer que va a ser difícil y que va a costar mucho, ha expresado su confianza en la 'imparable fortaleza' de la sociedad de Castilla-La Mancha para lograr salir de la 'peor crisis económica, social y política'.

Y ha aprovechado para lanzar un mensaje en clave nacional: 'es el momento del cambio y de los gobiernos de altura, de gobernantes con sentido de Estado y principios firmes y valientes; es el momento de un cambio en España para el PP'.

Antes de que Cospedal tomara la palabra, José María Barreda había comparecido para reconocer la derrota de su partido y para manifestar que lo ocurrido hoy es un aviso 'muy claro y muy contundente' para su partido.

Otro mensaje en clave nacional por parte de un candidato que en los últimos meses ha intentado desmarcarse de la marca de su partido, consciente de que podía pesarle en sus aspiraciones electorales.

Finalmente, el PP no sólo ha logrado recuperar los casi 100.000 votos por los que Barreda ganó a Cospedal en 2007, sino que ha obtenido 55.000 más de ventaja.

Izquierda Unida, pese a ganar 7.000 votos y llegar a 44.000 (el 3,77%), se ha quedado fuera una vez más de unas Cortes en las que funciona un bipartidismo casi perfecto, mientras que UPyD ha cosechado 20.000 apoyos (1,75%).

La victoria del PP en las autonómicas se completa con su triunfo en todas las diputaciones menos la de Ciudad Real y en los ayuntamientos de Guadalajara, Albacete, Ciudad Real y Talavera de la Reina, mientras que el PSOE sólo mantiene Toledo y Puertollano y recupera Cuenca.