El Consejo de Gobierno acaba de conceder la Medalla de Oro de Asturias a los centros asturianos centenarios por su importancia histórica, su labor fundamental de apoyo a la emigración y su extraordinaria vocación solidaria. También por continuar con la transmisión de valores que hacen únicas a las colectividades del Principado en todo el mundo.
Con esta decisión, el Gobierno rinde homenaje al Centro Asturiano de México, Centro Juventud Asturiana de Siero y Noreña en Buenos Aires, Asociación Civil Unión y Progreso Social y Recreativa Residentes del Ayuntamiento de Degaña en la República Argentina, Sociedades, Clubes y Uniones de La Habana, Centro Asturiano de Buenos Aires, Centro Asturiano de Mar del Plata, Centro Asturiano - Casa de Asturias del Uruguay, Centro Asturiano de Santa Fe, Centro Asturiano de Rosario, Centro Asturiano de Tampa y Centro Asturiano de Madrid.
Los movimientos migratorios forman parte inseparable de la historia del Principado. La necesidad de emigrar por razones económicas, sociales o por la carencia de libertades llevó a miles de asturianos a abandonar su lugar de nacimiento. Como consecuencia, en el último cuarto del siglo XIX surgieron organizaciones, asociaciones y comunidades de emigrantes que se constituyeron en espacios emblemáticos para el encuentro, la acogida y la integración en los lugares de llegada. Contribuyeron a amortiguar el choque cultural y proporcionaron seguridad para cubrir las necesidades afectivas y culturales y económicas de los emigrantes.
Desde su puesta en marcha hace más de un siglo, estas entidades han cumplido una doble función: la de conservar la identidad de quienes emigran y la de promover su integración en las sociedades de acogida. Los centros y casas de Asturias se propusieron también impulsar una red de conocimiento y mejorar las condiciones de vida de quienes se quedaron en el Principado. Así, crearon y mejoraron numerosas obras públicas de saneamiento, traída de aguas y espacios comunes en la mayoría de los concejos. Gran parte de esas sociedades realizaron intervenciones educativas y participaron en la construcción de más de 388 escuelas.
En la actualidad, más de un centenar de asociaciones, centros y casas de Asturias permanecen activos. Su contribución a la difusión y preservación de la cultura, los valores, la historia y el patrimonio regional es digna de reconocimiento. Constituyen un punto de encuentro para la nueva emigración y desempeñan un papel esencial como embajadoras de la comunidad autónoma en todo el mundo.