Representantes de los marineros españoles que exigen a Noruega el pago de sus pensiones tras estar embarcados en la marina mercante de ese país se manifestaron el pasado sábado en Berlín, dentro en una gira de movilizaciones por varias capitales europeas que comenzó en Oslo en diciembre pasado, y que contó con el apoyo de Marea Granate.
"El objetivo es dar a conocer a toda Europa lo cretina que es Noruega, lo desgraciada y sinvergüenza, y lo abandonados que nos tiene España, porque es la colaboradora necesaria desde hace cuarenta años", denunció en declaraciones a Efe Alberto Paz, portavoz de Long Hope, asociación que representa a los exmarineros.
Según Paz, lo que tendría que haber hecho el Gobierno español es interponer una demanda interestatal en lugar de decirles siempre que se personará en la causa ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, algo que calificó de "flaco favor", pues para entonces los exmarineros ya tendrán "recorrido todo el camino".
Subrayó que al estar en los tribunales en Noruega -los marineros, la mayoría gallegos, mantienen desde hace dos años un doble contencioso contra este país por la vía civil y social- existe "un camino mucho más corto" sin necesidad de agotar la vía interna.
Unos 12.000 marineros, embarcados en la flota noruega entre 1948 y 1994 (cuando este país entró en el Espacio Económico Europeo), fueron obligados por ley a pagar hasta el 30 % de su salario bruto, aunque, al no vivir en ese país nórdico, se les impedía cotizar, motivo por el que no reciben una pensión.
"Pagar IRPF en un país sin residir en el país y no tener contrapartida social es pagar por trabajar, y eso ha ocurrido con nosotros a lo largo de cuarenta años", denunció.
Según Paz, "España perdió una oportunidad de oro" con el ingreso de Noruega en el EEE, "porque debería haber dicho que nos reconociese con carácter retroactivo" y "no lo hizo", lamentó.
"Es una vergüenza, una ignominia, que España no defienda a sus nacionales", dijo, y criticó que el país , que "siempre estuvo al corriente de estas fechorías", no les informara de que había querido firmar en tres ocasiones un convenio bilateral con Noruega -en 1967, en 1970 y en 1980/81- y que Oslo se había negado.
De haber estado informados, la mayor parte de los marineros se habría ido de la flota noruega, "porque por aquellos tiempos había trabajo en otros lados", afirmó.
Recordó que la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo (PE) y la Comisión Europea (CE) dictaminaron que "hay una grave injusticia social" y que recomendaron a ambos estados firmar un convenio bilateral con carácter retroactivo.
A la manifestación en la capital alemana, frente a la emblemática Puerta de Brandeburgo, acudieron cinco de los representantes de la asociación, arropados por Izquierda Unida Berlín y Marea Granate y una veintena de personas.
"Es la manifestación número 94" en una década y "seguiremos hasta el fin de los días", aseguró Paz.
En el marco de su gira de movilizaciones que arrancó en Oslo en diciembre pasado, los exmarineros se manifestaron ya en Londres y tienen previsto hacerlo también en Viena, París, Ginebra, Roma, Atenas, Helsinki, Copenhague y Estocolmo, entre otras capitales europeas. EFE