"Una Obra Flamenca de Teatro Danza" de María Eugenia Seijó. Eso dice el afiche, y con esa idea vamos. Eso dice el afiche, y con esa idea vamos. Enorme es la sorpresa al ver que junto a ella, en ella, viven muchas mujeres: las que "nacieron para yunque y no para martillo", las que son cosificadas, las que se rebelan, las que buscan agradar., las que son rechazadas, las que son amadas... 

Y para darles vida, María Eugenia Seijó recurre no sólo a su arte y a su expresividad, sino también a las voces de su hermana, la cantante Milagros Seijó, y la madre de ambas, Beba Seijó, quienes aportan lo suyo desde otro ángulo, completando así una mirada abarcadora. Pero no se circunscribe sólo a estas tres talentosas mujeres el testimonio: tras ellas, desde dentro de ellas, hablan quienes las precedieron, evocadas en las fotografías y en esas enaguas - reales, tesoro familiar - que la protagonista se va quitando en su furia, en su desazon, como cáscaras de cebolla, como ataduras a lo externo, a lo impuesto, a lo aniquilador. 

La bailarina se jugó en esta propuesta y colmó con creces las expectativas de quienes esperabamos la segunda etapa de la obra estrenada hace tres años. Bravo, María Eugenia! Para aplaudirla de pie!

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