Marco de Lera es Consejero del CGCEE por Bélgica. Desde el pequeño país centroeuropeo, Marco vive con resignación las dificultades que tienen los emigrantes españoles para acceder al voto, a los viajes del IMSERSO o a la emisión de pasaportes.

Marco, ¿qué te ha parecido el último Pleno del CGCEE?
La formación de un nuevo Pleno es muy formal, con menos espacio para la participación y este no escapó a la regla... Hubo mucha actividad con los discursos de los unos y los otros, la elección del Presidente del CGCEE, el establecimiento de las varias Comisiones Delegadas y las elecciones dentro de ellas de presidente y vicepresidente... Luego viene la elección de tres miembros, que incluyen la Comisión Permanente. Todo esto deja poco tiempo para el trabajo real. Así que, como se dice en francés "rien de nouveau sous le soleil (nada nuevo bajo el sol)". Lo más destacable fue la integración de, más o menos, 30 nuevos consejeros. Al hablar con unos cuantos de ellos, me da la impresión de que tienen mucho entusiasmo y el deseo de lograr resultados. Esperemos que esta legislatura no sea como las anteriores, en la que se hizo mucho trabajo y la Administración, el Gobierno, los parlamentarios y los partidos políticos se comportaron con mucho desprecio hacia nosotros y en especial a los que representamos: la diáspora española.

¿Qué necesidades detectas entre los españoles que se relacionan con vuestro CRE?
Los problemas son muy diferentes y dependen de la situación sociológica de las personas. La emigración más antigua, la de los años 50 y 60 se siente muy impotente frente a los avances tecnológicos, tales como el uso de la web, que la administración impone poco a poco. También tienen la sensación de ser tratados como españoles de segunda categoría al no tener los mismos derechos que los que residen en el territorio de nuestro país. Hay muchísimos ejemplos: la discriminación en los derechos de voto (LOREG), la fiscalidad más alta para las herencias (afortunadamente derogada por el Tribunal de Justicia Europeo el 3 de septiembre de 2014), poder elegir solamente una vez al año los viajes del IMSERSO, la emisión de pasaportes, etc.

Y, por otro lado, está la migración más reciente, la de los jóvenes que tuvieron que abandonar y todavía abandonan el país después de la "crisis" porque no tienen futuro en España. Muchos están muy bien preparados y claro que se encuentran con otros problemas como la temporalidad laboral o la cobertura sanitaria, pero también, y esto en común con toda la diáspora, los derechos de voto (LOREG), poca información sobre las obligaciones que tienen con respecto a su inscripción en el Consulado, las Directivas Europeas; etc.

En resumen, podemos decir que hay poca o ninguna consideración por la diáspora en general.

¿Qué crees que hay que cambiar más rápidamente en relación a la emigración española?
El cambio más importante y deseado por muchos de nuestros compatriotas jóvenes y menos jóvenes es la LOREG, su revocación total. El personal del Consulado está sobrecargado constantemente con el aumento de la población española en el país y por lo tanto las tareas cada vez son más importantes. El Gobierno de España debería tener más en cuenta a la diáspora española porque se olvida demasiado rápido que a través de la migración España levantó muchos retos tras el largo período de dictadura.

¿Cuál e la motivación de quienes formáis el CRE de Bélgica?
​Las últimas elecciones vieron ganar nuestra lista "Unidos y Solidarios" con ocho concejales de 11 asientos. En cuanto a nuestra motivación solo puedo hablar del compañero José María Gómez-Valadés y la mía, que somos los "viejos”… Todos los demás son nuevos. Lo que más nos motiva es llevar las preocupaciones de nuestros compatriotas a las diversas autoridades.