viernes, 29 de marzo de 2024

Xosé Manuel Budiño relega la gaita: "Cantar me rondaba la cabeza desde hacía años"

Budiño-Fulgor
Fotografía facilitada por Ponte Da Boga, del músico Xosé Manuel Budiño, que ha presentado su último trabajo, su séptimo disco de estudio titulado "Fulgor"

Javier Herrero - Agencia EFE

 Xosé Manuel Budiño, o Budiño a secas, relega a un segundo plano los instrumentos que lo convirtieron en un músico de referencia y que lo llevaron a tocar con Van Morrison, la gaita y la flauta, en un disco en el que la protagonista por primera vez es la voz, su voz, en busca del "fulgor" perdido.

"Nace de una necesidad después de dos décadas haciendo discos básicamente instrumentales", explica a Efe este gallego que, tras la reedición en 2017 de su primer álbum, "Paralaia" (1997), se planteó "parar un rato" y pensar qué pasos dar para volver a emocionarse. "Y cantar me rondaba la cabeza desde hacía años", concluye.

Hasta ese momento no era raro que en sus trabajos aparecieran vocalistas en dos o tres temas. Él grababa los borradores con las letras cantadas y se las pasaba a sus colaboradores para que las reinterpretaran. "¿Por qué no sustituirles él con su voz?", se preguntó.

"La decisión tenía que ser contundente, por eso todo el disco está cantado, para que la voz fuese el instrumento principal y la flauta y la gaita solo diesen forma a otras capas, más atrás", subraya este músico que ha compartido escenario con otros artistas internacionales como Jerry González.

Eso le ha permitido recuperar una sensación que ha dado título a este séptimo disco de estudio, "Fulgor" (Arredor), nombre asimismo de la última canción que surgió en el proyecto, con un verso que resonaba en su mente: "Cae la monedad que enciende el fulgor".

"Fue tan contundente cuando salió, que parecía que estaba ahí como reservada. Habla de una forma de vida, de ese paso de lanzarse al vacío y buscar el brillo, de la honestidad encima del escenario", explica.

Es una de las dos canciones de este álbum que tienen versión tanto en gallego como en castellano. La otra, "Santiago", surge a partir de un poema de su amigo Xoel López. "Le pedí musicarla y, al hacer la adaptación al gallego, nos gustó tanto el borrador que me pidió grabar el coro. ¡Cómo decirle que no!", recuerda.

La del autor de "Paramales" no es la única colaboración de un disco que incluye aportaciones de otros dos amigos: una letra de Vega y el toque a la guitarra de Depedro en un corte dedicado a su experiencia en México, "Frida", territorio musical con el que el madrileño está muy familiarizado.

Porque "Fulgor", además de un vino creado en asociación con Ponte da Boga, es Galicia y, como Galicia o la historia del propio Budiño, también sabe a Latinoamérica.

"Es parte de mi ADN. Mi abuelo era cocinero en transatlánticos y vivió toda la emigración de españoles a Buenos Aires y Montevideo. Él nos contaba muchas historias de familias es busca de una vida mejor en el otro continente. De hecho, yo tengo familia en Argentina y estoy impregnado además por los muchos viajes en gira hasta allí", rememora Budiño, quien solía intercambiar discos suyos por otros de Piazzola con un primo bonaerense.

En su nueva faceta de vocalista asegura haberse sentido muy cómodo durante los ensayos de una gira que inicia el próximo viernes, 15 de marzo, en la sala Capitol de Santiago de Compostela "junto a una banda poderosa", para volver a llevar después su música por todo el mundo, de Líbano a Damasco, de Canadá a Europa.