viernes, 29 de marzo de 2024

ENTREVISTA: CELIA CARRACEDO

“El ritmo de trabajo en Hong Kong es realmente intenso”

celia2
Celia Carracedo, natural de Valladolid, es profesora de español en la Universidad China de Hong Kong.

Celia Carracedo, natural de Valladolid, es profesora de español en la Universidad China de Hong Kong. En esta enorme urbe del sudeste asiático, Celia ha encontrado un lugar fascinante para crecer, tanto en el ámbito personal como en el profesional.

Celia, ¿por qué te fuiste de España?
Obtuve una beca AECID para dar clase de español en Hong Kong y la perspectiva profesional que ofrecía me pareció muy interesante.

¿Qué has encontrado en Hong Kong?
Un desarrollo y reconocimiento profesional que no esperaba, pero que ha sido realmente positivo. Se respeta mucho la labor de los profesores y los estudiantes son tremendamente disciplinados con los estudios. Aquí el entorno profesional es muy eficiente y he podido formar parte de programas y proyectos muy interesantes, aunque también es cierto que el ritmo de trabajo es muy intenso y puede resultar muy estresante. Además, por su situación geográfica, Hong Kong está cerca de muchos destinos que merecen la pena visitar, como Camboya, Tailandia, Malasia, Indonesia o Filipinas. Algunos de ellos están a dos o tres horas de avión de aquí.

¿Has echado de menos más apoyos en España antes de irte?
El campo de español para extranjeros no está tan reconocido en España como lo está fuera y mucho menos hace 10 años, cuando me fui. Hay muchos profesionales con una formación y experiencia excepcionales, haciendo una gran labor, pero en situaciones laboralmente precarias. Esa precariedad también la viví, es muy frustrante.

¿Recomendarías a los españoles la experiencia de la emigración?
Totalmente, sí. Aprendes no solo de la nueva cultura que te recibe, sino que aprendes a conocer la propia con más distancia y a ver sus cosas buenas y malas. Cuando emigras sales de tu zona de confort de tu red de amigos, de tu red social y tienes que empezar de cero en muchos aspectos. Los comienzos no son fáciles y te sientes mucho más vulnerable, pero ahora, viéndolo en perspectiva, volvería a hacerlo. Enriquece, abre la mente y te hace ser más tolerante.

¿Qué es lo que más echas de menos de España?
Sobre todo la gente y llevar un ritmo menos intenso de trabajo y de vida.

¿Viajas a España a menudo?
Una vez al año, para ver a la familia y pasear por Madrid y encontrarme con las personas que dejé allí, muy buena gente.

¿Has conocido a más españoles en tu destino?
Sí, cada vez somos más en Hong Kong. Cuando llegué, no sé si llegábamos a 500 inscritos en el consulado, ahora creo que la cifra se ha triplicado. Hong Kong ya no está tan lejos.

¿Has encontrado alguna dificultad especial para adaptarte?
Creo que lo más difícil es el ritmo de trabajo, es muy intenso. También hay que adaptarse al espacio reducido. En Hong Kong hay unos siete millones de personas, pero la isla en sí creo que no llega a los 80 kilómetros cuadrados. Y, además, es un sitio muy montañoso, por lo que siempre hay mucha gente en todas partes. Las casas son minúsculas para alojar a tantísima gente y los precios son muy altos, así que es complicado adaptarse a esos estándares de casas. El clima es muy, muy caluroso en verano y el aire acondicionado funciona todo el año. De hecho, cuando voy al cine, aunque fuera haya 35 grados, el aire acondicionado es tan fuerte que puedes pedir una manta (y yo la pido muchas veces).