jueves, 28 de marzo de 2024

ENTREVISTA: SHEILA CARRASCO

“El proceso de creación de empresas en Irlanda es rápido, efectivo y económico”

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Sheila Carrasco es una joven emprendedora que ha triunfado con una idea innovadora en Irlanda.

La comunidad española en Irlanda es, sin duda, una de las más emprendedoras del mundo.  Este es el caso de Sheila Carrasco, una tarraconense de Reus, propietaria de una tienda online de accesorios para bebés (www.taweret.net) que es ya muy popular en el país celta. 

Sheila, ¿cuál fue el motivo de irte? ¿Cómo acabaste en Irlanda?
En 2011, mi marido y yo vivíamos en Barcelona. Él estudiaba un MBA a tiempo completo y yo trabajaba. Teníamos idea de irnos a vivir fuera, no sabíamos dónde, pero nos apetecía volver a salir de España (digo “volver” porque nos conocimos en Singapur en 2005 y siempre nos ha encantado conocer mundo). Mientras mi marido estaba estudiando se inscribió en una oferta para trabajar en Google en Irlanda y al cabo de pocas semanas nos confirmaron que le contrataban. Teníamos previsto casarnos en mayo y justo una semana después de la boda ya nos instalamos en la isla. Eso sí… ¡No estábamos dispuestos a quedarnos sin luna de miel y la disfrutamos antes de la boda!

¿Cómo es la vida en Irlanda? ¿Qué has encontrado allí?
Al llegar encontré la oportunidad de formar también parte de la plantilla de Google, dónde trabajé durante un año. Posteriormente me uní a Twitter, quienes justo emprendían desde cero el desarrollo de sus oficinas a nivel europeo en el momento en el que me incorporé. Supongo que una experiencia así no se vive todos los días y me siento muy afortunada por ello, porque he aprendido mucho y también he conocido a gente muy interesante. Además, esta ciudad me ha dado nuevas amistades de muchas y diversas nacionalidades, gente estupenda, que se convierte en familia cuando los de sangre están lejos. Dublín me llena de energía positiva, me regala música, cultura y mucha naturaleza.

La familia, como dices, se echa mucho de menos…
Por supuesto, echo de menos a mi familia, mis amigos y mi gente… Pero también algunos mitos que son realidad como la vidilla de las calles, el “jaleo” de los bares, las comidas y cenas tardías (con su conversación de sobremesa incluida), la gastronomía tan rica y variada que tenemos en España y un largo etcétera… Y, por cierto, a modo de curiosidad, ¿por qué nunca exportamos la gran invención que son las persianas? (risas)

Ahora que conoces en primera persona la experiencia de la emigración. ¿Lo recomiendas?
Absolutamente. Creo que demasiada gente que tiene el gusanillo de salir se bloquea y llega a encontrar mil excusas o directamente se conforma con lo que tiene… Y, además, se rige por aquello de que “más vale malo conocido que bueno por conocer”.  Yo no creo que esa sea la mejor opción. Siempre puede venir algo mejor. No hay reto no hay cambio, si no hay desafío no hay crecimiento, si no hay riesgo no hay éxito. Y si pudiera reinventar el refrán, sería: más vale bueno por conocer, que dejar de intentarlo.

¿A qué te dedicas en Irlanda?
Soy mamá de una niña de un año a tiempo completo, además de haber lanzado mi propio negocio online (www.taweret.net), de venta de ropa y accesorios de embarazo, lactancia y porteo, sobretodo en Irlanda.

Háblanos del proyecto de Taweret. ¿Cómo surgió? ¿Ha sido difícil ponerlo en marcha?
Taweret surgió a partir de ese momento mágico, que es cuando te conviertes en madre y la vida cambia para que las prioridades se transformen. El trabajo pase a un segundo plano cuando el primero lo ocupa una bebé, a la que tienes que ayudar a sobrevivir y enseñar a vivir. Cuando Emma estaba en camino, tenía claro que quería tener un embarazo y parto lo más natural posible, además de optar a la lactancia como método de alimentación para mi bebé. Tras mucha preparación física y psíquica logramos que así fuera y fue poco después cuando me enteré de que, a pesar de que Irlanda ocupa el segundo lugar en Europa en índice de natalidad, con un 1.99 (después de Francia que lidera con un 2.01), las irlandesas presentan el índice más alarmante de Europa en cuanto a mujeres que ofrecen la leche materna como método de alimentación a sus hijos (solo el 44% está dando el pecho al salir del hospital y esa cifra baja hasta el 6% después del sexto mes).

¿Cuál es el motivo?
Profundizando en el porqué de ese dato, conocí que hay una barrera de aceptación pública y social, a la que le acompaña la de tradición y estatus. Me di cuenta que no existía una ropa moderna, actual, cómoda y sobre todo discreta que ayude tanto a romper con esas barreras, como a normalizar la lactancia en Irlanda. Así que a pesar de que el mercado es limitado y duro de roer, dejé mi trabajo en Twitter y me puse a la acción para promover esta causa. La empresa fue fácil de registrar e impulsar, me puse en contacto con mis proveedores en España y me fui a exponer a una feria local, lo cual resultó ser un acierto… Y aquí estoy, feliz de que Taweret cada vez esté más asentado y sea ya muy conocido en el país… a la vez, puede ser mamá a tiempo completo y disfrutar junto a mi niña.

¿Crees que podrías hacer lo mismo en España?
Pues la verdad que lo dudo, por motivos meramente de sistema e inversión. Aquí el proceso de creación de empresas es rápido, efectivo y económico. No existe un formato tan burocráticamente largo como en España y las ayudas existen, así como las entidades de apoyo a las start-up a nivel local e incluso para mujeres empresarias.

¿Viajas a España a menudo?
Generalmente una vez al trimestre, a veces más, dependiendo de la estación y las festividades que se celebran durante el año. Además, a veces también tengo que ir por razones de trabajo.

¿Has conocido a más españoles en tu destino? ¿Cuál es su situación general?
Si, en Irlanda hay una gran comunidad de españoles y la verdad que estamos muy unidos por diversas vías: múltiples empresas que contratan gente española, grupos en Facebook y LinkedIn, grupos de mamás españolas en Dublin.. Se agradece tener amistades y conexiones españolas cuando estás lejos de tu tierra, pues hace mucho más llevadera y enriquecedora la experiencia de vivir aquí. Y si además expandes la familia en este destino, como es nuestro caso, es genial que los peques tengan amistades que también hablen el español en casa y conozcan, compartan y practiquen nuestras tradiciones.

Por último, Sheila, ¿has encontrado alguna dificultad especial en Irlanda?
Cuando llegué reconozco que me costó alrededor de una semana acostumbrar el oído al acento irlandés cuando hablan inglés, pero nada que no sea superable y de lo que ahora me río cuando lo pienso. En ocasiones lo de comer o cenar muy temprano también nos cuesta, pero supongo que es algo totalmente cultural. En España no nos planteamos comer a las 12 del mediodía y cenar a las seis de la tarde y la verdad que aquí no lo conseguimos salvo cuando nos juntamos con amigos irlandeses. Aunque éstos cada vez más aprecian nuestra cultura y se adaptan rápido a lo bueno, como ese buen vino… ¡con sobremesa y siesta!