sábado, 20 de abril de 2024

ENTREVISTA: CRISTINA LOZANO

"Al principio me costó entender el concepto de ciudad en Indianápolis"

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Cristina Lozano vive en Indianápolis, donde da clase en la universidad.

Cristina Lozano, una asturiana que vive en Indianápolis, es profesora de universidad, imparte clases de español básico, español para personal médico e informática aplicada a la traducción. Además, es la coordinadora del Club de Español de la universidad.

Cristina, ¿por qué decidiste irte?
Al haber estudiado traducción, siempre me llamó la atención vivir en otros países con el objetivo de mejorar mis lenguas extrajeras (inglés y francés) y de aprender sobre la cultura

¿Cómo es la vida en Estados Unidos? ¿Qué es lo que más te gusta?
Llegué con la intención de quedarme un año y al final ya llevo cuatro, y tengo confirmados otros cuatro. Me interesa el entorno académico y los recursos que tienen aquí las universidades son de los mejores, tanto a nivel material como económico y personal. Lo que más me gusta son las oportunidades que me han ido ofreciendo. Si perciben que trabajas bien, las oportunidades van a venir a ti. Por poner un ejemplo, yo empecé como asistente de español a la vez que estaba haciendo el Master, les gustó cómo trabajaba y me ofrecieron trabajos como asistente de investigación y profesora de español en el campamento de la universidad durante el verano, ni siquiera tuve que buscar trabajo.

¿Qué es lo que más echas de menos de España?
Pues creo que lo mismo que dicen el resto de españoles por el mundo: el estilo de vida, el salir a tomar una caña después del trabajo o poder caminar a la panadería. Además de la familia y los amigos, por supuesto. La gente tiende a asociar Estados Unidos con Nueva York, pero yo siempre digo que Nueva York es otro país. La mayor parte de Estados Unidos está pensado para ir en coche a todos lados. Yo esto lo sabía antes de venir, lo que no me había parado a pensar es que eso implica que no haya casi gente por la calle, o que la gente que camina o usa el transporte público son aquellos que no pueden permitirse un coche, es decir, gente de un nivel socioeconómico bastante bajo.

¿Has echado de menos más apoyos antes de irte?
Siempre tengo la duda de qué fue lo que me motivó a irme y creo que yo me fui por curiosidad, en ningún momento intenté buscar trabajo en España. Sin embargo, aunque no fui de España por la situación económica, sí que decidí quedarme en Estados Unidos por la falta de opciones en España. En un primer momento, llegué a EE.UU. a través de una organización (con sede en Chicago) que tenía una oficina en Salamanca. Un profesor de la carrera me habló de un programa de lectores en universidades en Estados Unidos y decidí enviar la solicitud. El programa estaba bien organizado, y aunque el apoyo económico no era suficiente para mantenerse, creo que fue una buena lanzadera para entrar en el Master. Así que no tengo quejas en cuanto a los apoyos.

¿Recomendarías a los españoles la experiencia de la emigración?
Si siente la curiosidad de vivir algo diferente sí, pero no creo que sea para todo el mundo. Yo no entendería mi vida de otra manera. Cuando me planteé volver a España después de terminar este curso, me daba miedo la idea de estar sólo entre españoles. Aquí tengo amigos de todas partes: Latinoamérica, Europa, China, África, Dubai, etc. Ese tipo de ambiente me encanta, me siento cómoda con gente diferente a mí. No obstante, creo que esto es una elección de acuerdo con mi personalidad, tengo amigos que han estado siempre en Oviedo y son personas igualmente interesantes. Lo bueno es que ahora tenemos muchas más opciones para salir y explorar otros países, yo sí animaría a la gente a pasar una temporada en el extranjero.

¿Crees que podrías hacer tu trabajo en España?
No, lo tengo bastante claro. Aquí trabajaba y hacía el Master, es decir, que además de formarme estaba adquiriendo experiencia laboral. Ahora no solo tengo un Master, sino tres años de experiencia docente, dando mis propias clases. Por lo que yo sé, en España esta opción no es común. Quizás sí en el doctorado, pero con limitaciones. En septiembre empezaré el doctorado en Rutgers University, Nueva Jersey. Me planteé hacer el doctorado en España, pero profesores de la Universidad de Salamanca y de la Universidad de Oviedo me lo desaconsejaron. No tanto por la calidad de los estudios, sino por la falta de apoyo económico y la falta de perspectivas laborales en el ámbito académico.

¿Viajas a España a menudo?
Voy en Navidad y en verano. A algunos les sonará a poco, pero cuando digo a mis compañeros de aquí que voy dos veces al año a Europa se echan las manos a la cabeza, los billetes de avión no son baratos.

¿Has conocido a más españoles en tu destino? ¿Cuál es su situación general?
Sí, hay un grupo que se reúne de vez en cuando, aunque yo no suelo ir con ellos porque son parejas con niños que tienen otro plan. Muchos de ellos son profesores visitantes, del programa del Ministerio de Educación y Cultura. Algunos se vinieron porque conocieron a alguien de aquí y se casaron, y sé que hay otro grupo que trabaja para Lilly, la farmacéutica, que es probablemente la empresa más potente de Indianápolis. Pero sí que tengo una amiga española con la que salgo habitualmente.

¿Has encontrado alguna dificultad especial en Estados Unidos?
Cuando llegué me costó entender el concepto de ciudad de aquí. Puedo ir media hora en coche y sigo dentro de Indianápolis, son casi todo casitas, aunque en el centro sí que hay algún que otro rascacielos. No veía la unidad de la ciudad porque por la calle se ven coches, no personas. Pero una vez te estableces y creas tu grupo de amigos, te adaptas a ir en coche (y ahora que mejora el tiempo en bici también). En cuanto a la comida, sigo los mismos hábitos en España, hay un supermercado internacional y se puede encontrar la mayoría de cosas (el precio es otro asunto). Hay restaurantes de todas partes del mundo y eso me gusta. Después de un tiempo aquí, me di cuenta de que el concepto de amistad es diferente. Para mí, mis amigos son las personas con las que quedo a menudo (al menos con los que viven cerca de mí) y tengo un contacto casi a diario. Aquí no es así, sé que mis amigos de Estados Unidos me consideran una buena amiga, pero nos vemos una vez al mes aproximadamente. Yo necesito más contacto social, por eso también tengo grupos de amigos extranjeros, franceses e italianos. A lo que sí que no me adapto es al frío, salir de casa con -20 grados y tener que quitar la nieve del coche es algo que no le deseo a nadie.