jueves, 28 de marzo de 2024

LA OURENSANA, QUE RESIDE EN LONDRES, ESTRENARÁ SU OBRA ÉSTE SÁBADO, 22 DE AGOSTO

Belén López: "Me pregunté si estaba loca o si el público entendía lo que yo quería transmitir"

belen-lopez-yañez
La ourensana Belén López Yáñez es la directora de la compañía teatral "Nitroglicerina Theatre", que tiene su sede en Londres.

La ourensana Belén López Yáñez es la directora de la compañía teatral "Nitroglicerina Theatre", que tiene su sede en Londres. Con su primera producción, escrita y dirigida por ella misma, participan en el Festival Fringe de Edimburgo, el evento por excelencia de las artes escénicas a nivel mundial. Hasta este sábado, 22 de agosto, el elenco, en el que se encuentra el también ourensano Miguel de Lis, sumergirá a los espectadores en un espectáculo que los convertirá en los verdaderos protagonistas de una obra que llama a la reflexión.

¿Qué es “Awakening. Sweet and Sour Sensory Composition"?
Es una performance teatral interactiva e inmersiva. Es una forma de teatro poco convencional en la que el público forma parte de ella y puede cambiar el espectáculo en sí. En realidad, son los protagonistas. Recreamos un espacio y a él traemos a nuestros personajes, los espectadores, con los que interactuamos a través de los cinco sentidos utilizando alimentos, olores, sonido, diferentes texturas e imágenes. Concretamente, Awakening es un reflejo de la sociedad contemporánea vista desde diversos ángulos, una observación de la condición humana y de los estímulos que recibimos en nuestra vida diaria y un gran espejo para descubrir la irrealidad que nos rodea y un llamamiento a cambiarla.

¿Consigue lo que persigue?
Yo lo creé, lo generé o me surgió (todavía no tengo claro qué pasó) como una crítica a un determinado sector de la sociedad. Yo me expreso a través del arte y me dejé llevar por determinadas vivencias y circunstancias para enseñar al público mi modo de ver la vida. Y así llegó este espectáculo. Además, es muy gratificante. Me consta que el público siente y si eso ocurre es porque lo estamos haciendo bien porque, en realidad, es lo que buscamos. Al final de cada actuación, invitamos a que los espectadores escriban en unos cuadernos una valoración sobre lo que acaban de ver y todas las críticas son muy buenas y constructivas.

Es decir, que también aprenden de ellos.
Muchísimo. Si no fuese por los espectadores no podríamos ir mejorando poco a poco nuestro trabajo. El hecho de que sean los protagonistas los convierte en los mejores críticos. Son un público activo que sabe a lo que va. Sienten, y eso nos lo transmiten.

Entonces, no es una actuación para todos los públicos, ¿no?
No. Es un espectáculo para un público muy contento que busca este tipo de teatro, experiencial y con sensaciones. No es una performance que pueda encajar en cualquier sitio. Tenemos un "target" muy concreto, un público que le interesa y que busca lo que ofrecemos. Es más, el espectáculo está pensando para un máximo de 30 personas.

¿Además del público, quién forma el elenco encima de las tablas?
Trabajamos con diferentes artistas de diferentes disciplinas. Desde diversos lenguajes intentamos hablar uno solo. Ahora mismo, en Edimburgo, tenemos un compositor (Miguel de Lis) para la parte sonora y tres actores caracterizados por unas máscaras hechas a mano. Además, la compañía cuenta con bailarines.

¿Cómo surge la oportunidad de poder representarlo en el Fringe de Edimburgo?
Es el festival de artes escénicas por excelencia, muy conocido por todos nosotros. Desde hace un par de años, nos hemos ido moviendo muy poco a poco, creando un "background". Con esto y un proyecto en condiciones nos presentamos a la convocatoria del Fringe. Es una buena oportunidad para darlo a conocer, sino la mejor. Además es el mejor modo porque el público es de lo más variado.

¿Cómo valoraría la acogida?
La palabra es "brutal". La gente que participa son espectadores que vienen a descubrirlo o que saben lo que se van a encontrar, por eso lo viven mucho. Efectivamente, las críticas que tenemos son maravillosas y no deja de ser reconfortante a nivel personal. Es maravilloso sentir que la gente lo acoge así y eso anima a continuar.

¿Lo han estrenado en el Fringe o ya viene a prueba de bomba?
Tuvimos ya performances en Londres y Ámsterdan, más pequeñas. No puedes llegar sin saber muy bien dónde te metes. Esto es una jungla en la que hay muchos espectáculos y si no tienes una pequeña base te comen.


¿Es la primera producción de Nitroglicerina Theatre?
Ha sido saltar por primera vez a la piscina desde un trampolín de 20 metros. Sí, nos lanzamos con Awakening, pero porque creíamos mucho en el proyecto; es decir, nos arriesgamos, pero con ganas. Sabíamos que íbamos a conseguir lo que queríamos y no dudamos en sumergirnos de lleno. Después de exponerlo al público unas cuantas veces yo solo hacía preguntarme si estaba loca o si realmente la gente estaba captando lo que perseguía. Por sus caras, me da que es lo segundo.

¿Las previsiones de futuro?
No hay duda. Seguir haciendo crecer el proyecto. El Fringe nos va a ayudar mucho a hacerlo más grande. Queremos moverlo por el mayor número de puntos posible, porque, como el público es realmente lo importante, queremos que llegue a todo tipo de personas, de diferentes culturas, ideologías, etc. No rechazamos nada. Si es el espacio adecuado, por supuesto que sí.